A pesar del coronavirus, Irak permite la entrada a miles peregrinos extranjeros

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La ciudad santa chiita de Kerbala, en Irak, comenzó a recibir en estos días a decenas de miles de musulmanes, entre ellos un gran número de extranjeros para la Peregrinación de Arbain, pese a la pandemia mundial de covid-19.

El Arbain, una de las reuniones religiosas más multitudinarias del mundo, que este año tiene lugar el jueves, marca el final de los 40 días de luto por el Imán Husein, tercer gran imán de los musulmanes chiitas, quien murió en el año 680 a manos de las tropas del califa omeya Yazid en la batalla de Kerbala.

A pesar de la epidemia de covid-19, el gobierno iraquí permitió este año la llegada de 1.500 peregrinos en avión de cada país. Irán, el gran vecino influyente, además tiene derecho a enviar a otros 2.500 peregrinos por tierra.

En 2019 casi un tercio de los 14 millones de peregrinos habían llegado desde el exterior, en su gran mayoría iraníes, pero también de países del Golfo, Pakistán o Líbano.

En Irak, más de 375.000 personas han contraído el coronavirus, de las cuales casi 9.500 fallecieron, de acuerdo a cifras oficiales. En el aeropuerto de Najaf, la otra ciudad santa chiita, ubicada al sur de Bagdad, el director Issa al Shemmari organiza la llegada de los peregrinos extranjeros.

"Todos los días aterrizan entre seis y diez aviones y se esperan aún más en los próximos días", señaló a la AFP.

El Arbain sigue a la peregrinación de Ashura, que se conmemora a fines de agosto. Ya para Ashura, decenas de miles de peregrinos se apiñaron y azotaron en señal de duelo en el mausoleo con cúpula dorada donde está enterrado el Imán Hussein, nieto del profeta Mahoma.

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