Restaurar vidrieras y cuadros, el otro desafío tras la explosión de Beirut

Compartir
Compartir articulo

La libanesa Maya Huseini esperaba jubilarse tras pasarse décadas diseñando vidrieras, pero está desbordada de trabajo desde la explosión que devastó barrios enteros de Beirut.

"No puedo evitar intentar restaurar lo que se ha ido", afirma esta maestra vidriera de 60 años de cabello corto y rizado.

La explosión gigantesca en el puerto el 4 de agosto causó más de 190 muertos y miles de heridos. Dañó cientos de estructuras en varios kilómetros a la redonda y los edificios históricos no se salvaron de la catástrofe.

Maya es una de las artistas que desde entonces intenta salvar el patrimonio y el alma de Beirut.

En su taller, a las afueras de la capital, muestra lo que queda de las ventanas de una iglesia del siglo XIX que ya fue restaurada después de la guerra civil de 1975-1990.

En una caja de cartón se ven varillas de metal retorcidas, con algunos pedazos de vidrieras de color naranja y azul.

"Al menos siete proyectos en los que ya había trabajado volaron en pedazos", lamenta.

Entre ellos, escenas bíblicas sobre vidrio para una iglesia y deslumbrantes vidrieras amarillas y anaranjadas para el museo Sursock.

Antes de la explosión, tenía previsto jubilarse después de dar los toques finales al diseño de vidrieras de una catedral en construcción en Jordania.

- Polvo de vidrio -

En su mesa, Huseini toma un pedazo de vidrio verde y lo inserta entre bandas de plomo para reconstruir una ventana que representa un jardín de flores y hojas para una casa particular.

Pese a la ayuda de sus nuevos aprendices, dice que le falta tiempo para responder a todas las solicitudes.

"Para algunas demandas, no podré hacer nada antes de por lo menos dos años", dice.

En los barrios más afectados, cerca del puerto, ha comenzado una carrera contrarreloj para cubrir hasta 100 edificios históricos antes de la llegada de las lluvias torrenciales.

Se prevé una conferencia patrocinada por la UNESCO para recaudar cientos de millones de dólares para obras de restauración y reconstrucción, anunció la directora de la organización, Audray Azoulay, desde Beirut.

Entre tanto, los libaneses intentan salvar su patrimonio. Como Gaby Maamary, quien decidió restaurar gratuitamente cuadros dañados.

Cuenta que se sintió motivado al ver a los jóvenes libaneses movilizados tras la tragedia para barrer los escombros de las calles y ayudar a los damnificados.

El legado es "algo que puedes perder fácilmente si no prestas atención", afirma el artista y académico de 58 años.

En su taller de Beirut examina una naturaleza muerta del siglo XVII de la artista italiana Elena Recco. Representa a un gato que se come con los ojos a unos peces muertos. Unos fragmentos de vidrio provocaron cortes en el lienzo.

Con guantes blancos, el artista muestra otro lienzo que empezó a limpiar. La parte sin tratar es un poco más oscura y está cubierta con un polvo de vidrio fino y brillante.

Cerca hay una obra de la artista libanesa Sophie Yeramian que se agrietó debido a la explosión.

- Perseverancia-

"No contábamos con tantas llamadas", reconoce Maamary, quien evalúa los daños en galerías de arte y en casas de particulares.

Durante una visita a domicilio recuperó un lienzo dañado que vale decenas de miles de dólares. Lo iban a tirar, otro lo habían cubierto con cinta adhesiva.

La propietaria fue al hospital con su hijo gravemente herido después de la explosión y la persona que ayudó a quitar los escombros no se dio cuenta de su valor.

La restauración implica horas de planificación, explica Maamari.

Después, durante la restauración, "a veces el mismo paso hay que repetirlo varias veces, porque no contamos con el equipamiento puntero de los museos".

El suministro de material desde el extranjero también es complicado por la suspensión desde hace casi un año de transferencias a través de bancos afectados por la crisis económica.

Pero el artista se niega a tirar la toalla. Recurre a la ayuda de amigos y a los productos disponibles localmente. "Seguiremos haciendo este trabajo a diario hasta que nuestros materiales o medios se agoten".

ah/bek/on/bfi/erl/pc