La izquierda de EEUU se removiliza para tomar la antorcha de "RBG"

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La muerte de la magistrada Ruth Bader Ginsburg sonó como una llamada de atención para los estadounidenses progresistas. Preocupados por la sucesión de la magistrada, acudieron de a miles el sábado a las inmediaciones de la Corte Suprema, para comprometerse a tomar el relevo de este ícono de la izquierda.

Bajo un sol otoñal, un flujo constante de familias y jóvenes se reunieron en Washington para rendir homenaje a "RBG" 45 días antes de las elecciones presidenciales.

"Ruth, no te conocía, pero has cambiado mi vida de muchas maneras", se lee en una carta entre flores, banderas arcoíris y estatuillas con la imagen de la ilustre magistrada fallecida el viernes.

Kamala Harris, compañera de fórmula del candidato presidencial demócrata Joe Biden, se abre paso silenciosamente entre la multitud.

"RBG fue para mí una pionera, un ícono, una luchadora. Era una mujer en todos los sentidos de la palabra", dijo a la AFP, con una sudadera negra sobre los hombros.

El rival de Donald Trump para las elecciones no despierta mucho entusiasmo entre los progresistas estadounidenses, por sus puntos de vista moderados y su edad (77), pero la muerte de Ruth Bader Ginsburg en un Estados Unidos que está al rojo vivo podría galvanizarlos en torno al demócrata.

Con una banda arcoíris en la frente, J Ford Huffman, un septuagenario homosexual, también invita a los votantes demócratas a "usar el período de luto para movilizarse" y asegurarse de que nadie falte el 3 de noviembre a la cita electoral.

El desafío es evitar que la decana de la Corte sea reemplazada por alguien de signo opuesto. Donald Trump preseleccionó a candidatos muy conservadores.

Ruth Bader Ginsburg saltó a la fama como abogada en la década de 1970 al ganar varias batallas judiciales que derogaron una serie de leyes que discriminaban a las mujeres.

Nombrada en 1993 para la Corte Suprema, defendió los derechos de las minorías sexuales o los inmigrantes, convirtiéndose en símbolo de la izquierda local.

- "Vulnerable" -

"Gracias por enseñarnos a luchar", escribió con tiza Gina Eppolito frente al imponente edificio de mármol blanco de la capital estadounidense, un bastión progresista en Estados Unidos.

Madre de dos niños de 11 años, Eppolito dice estar "muy preocupada" de que los derechos que considera adquiridos por su generación, el aborto en primer lugar, no les sean transmitidos a los jóvenes.

Con la muerte a los 87 años de Ruth Bader Ginsburg, el templo de la ley podría virar de manera duradera hacia el campo conservador, que ya cuenta con cinco de las nueve bancas.

"Estamos en una posición extremadamente vulnerable", se lamenta.

"Si la Corte sigue inclinándose hacia la derecha, va a ser muy difícil ser mujer en Estados Unidos", predice también Pam Crescenzo, secándose las lágrimas.

"Su cuerpo no estaba todavía frío anoche cuando Mitch McConnell [el líder republicano del Senado, nldr] ya estaba explicando cómo iban a impulsar la nominación del candidato de Trump", denuncia esta lesbiana sexagenaria, que debe según ella a "RBG" haber podido casarse con su pareja.

A su derecha, un grupo lee una oración en hebreo en honor a la jueza, nacida en una familia judía en Nueva York y que murió en Rosh Hashaná, el año nuevo judío.

Muestra de la tensión en la que se hunde la sociedad estadounidense a medida que se acercan las elecciones presidenciales, un hombre de traje negro lanza un elogio a Donald Trump y es abucheado copiosamente por la multitud.

También muchos jóvenes se hicieron presentes para agradecer a la octogenaria fallecida y, según aseguran, levantar su antorcha.

"Tenemos mucho trabajo por hacer y muchas batallas que pelear en los próximos 45 días", dijo Kiley Boland, de 25 años, con un libro de derecho constitucional bajo el brazo.

"Ahora es nuestra responsabilidad. Ella puede descansar, nosotros nos haremos cargo".

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