Líder indígena cumple 100 días en huelga de hambre en Chile

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SANTIAGO, Chile (AP) — El machi o líder espiritual mapuche Celestino Córdova, condenado a 18 años de cárcel por el asesinato de un matrimonio, cumplió el martes 100 días en huelga de hambre para exigir que le cambien la cárcel por arresto domiciliario durante seis meses, y advirtió que evalúa iniciar una “huelga seca”, es decir, dejar de tomar líquidos.

Córdova desarrolla el ayuno, al que se sumaron desde el inicio otros ocho mapuches, en la región de La Araucanía, 700 kilómetros al sur de Santiago, una conflictiva zona donde grupos indígenas exigen la devolución de territorios ancestrales.

El ministro del Interior, Víctor Pérez, aseguró el martes que “el gobierno va a hacer todo lo posible para salvar la vida” de Córdova y resguarda” a los huelguistas. Aseguró que se busca “conversar con quién sea posible” para buscar el fin del ayuno “dentro de todo lo que establecen los reglamentos” carcelarios.

Las acciones violentas en La Araucanía se arrastran por décadas, aunque en las últimas dos semanas aumentaron 30%, según el Ministerio Público. La situación empeoró con atentados incendiarios a camiones, por lo que dirigentes gremiales no descartan una paralización. Muchos atentados son reivindicados por grupos radicales mapuches que, además de las tierras, exigen la liberación del grupo en ayuno.

En la madrugada del martes fue incendiada una casa de una hacienda agrícola en La Araucanía y en la víspera fueron quemados tres camiones.

Voceros de Córdova, que en 2018 realizó otra huelga de hambre por 101 días, divulgaron el martes un audio atribuido al machi, en el que dice que analiza dejar de ingerir líquidos “en cualquier momento”, y así “mi desenlace no será lento, como se lo esperan todos los poderes del Estado”. Agregó que sería “un orgullo dar la vida por mi pueblo mapuche”.

Jan Jarab, representante para América del Sur de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se ha sumado a las múltiples voces para que un diálogo ponga fin al ayuno. La oficina es dirigida por las dos veces expresidenta de Chile, Michelle Bachelet.

Córdova está condenado a 18 años de cárcel por participar en el incendio que en 2013 quemó vivo al matrimonio Luchsinger-Mackay, luego que mapuches incendiaron su vivienda, según estableció el juicio que lo encontró culpable.

Voceros de los huelguistas piden aplicar el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificado por Chile, que en su artículo 10 señala que “cuando se impongan sanciones penales previstas por la legislación general a miembros de dichos pueblos (indígenas) deberán tenerse en cuenta sus características económicas, sociales y culturales”, y que “deberá darse preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento”.

El Ministerio de Justicia, del que depende el servicio de guardias carcelarios, en un comunicado reciente indicó que “cabe señalar que quienes se encuentran privados de libertad, lo están porque así se ha determinado por un tribunal imparcial e independiente”, y que “no le corresponde al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, ni al gobierno intervenir en dichas competencias propias de los tribunales de justicia”.

La Corte Suprema se pronunciará en las próximas horas sobre un recurso de amparo de Córdova para que le permita seguir detenido en su comunidad, petición que a comienzos de mes fue rechazada por la Corte de Apelaciones de Temuco, en La Araucanía.

Los mapuches representan el 10% de los 19 millones de chilenos y la mitad vive en comunidades rurales pobres en La Araucanía. Grupos radicales exigen la restitución de las tierras que sus antepasados ocupaban en el siglo XVI a la llegada de los conquistadores españoles, que nunca pudieron dominarlos. Sus descendientes fueron sometidos en el siglo XIX por las armas del Estado chileno.