Morikawa, de la universidad a campeón, en un instante

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SAN FRANCISCO (AP) — Collin Morikawa no podía ocultar la sonrisa, y no sólo porque el brillante trofeo que acababa de ganar en el Harding Park estaba colocado al lado suyo.

Apenas hace 14 meses, Morikawa participaba en su ceremonia de graduación al otro lado de la bahía de San Francisco en la universidad de Cal-Berkeley.

Desde entonces, ha disputado 28 torneos por todo el mundo y acumula tres victorias en la gira de la PGA, con un major. En los últimos 50 años, apenas otros jugadores conquistaron su primer grande antes de cumplir los 23 años o más joven: Jordan Spieth, Rory McIlroy, Tiger Woods y Severiano Ballesteros.

Ya es el número cinco del mundo.

Ello lo permite codearse en la élite del golf, salvo que Morikawa no necesitaba consagrars en el Campeonato de la PGA para sentirlo así.

“Cuando me levanté de la cama, me decía: ‘Es el destino'. Me siento muy gusto en esto, no me da miedo. Creo que si hubiera tenido miedo, los últimos hoyos hubieran sido algo distintos. Pero uno busca encontrarse en esta posición”, comentó.

Harding Park no fue un campo para los cobardes.

Mucho dramatismo. Nueve jugadores llegaron a estar al frente en la última ronda.

Dustin Johnson arrancó la jornada de líder por un golpe. Tony Finau, Bryson DeChambeau y Cameron Champ exhibieron poder. Jason Day sacó a relucir su experiencia y su condición de número uno mundial.

Morikawa no se intimidó ante el desafío y embocó el golpe definitivo que enmarcó el momento cumbre de su victoria en una vibrante ronda.

En realidad fueron dos momentos.

Luego que la suerte le sonriera — todos los campeones precisan de un poco — cuando su golpe de salida en el 14to hoyo pegó contra un árbol, quedándose fuera del green. Pero consiguió el birdie que le puso al frente.

Dos hoyos después, Paul Casey le dio alcance con un bonito birdie en el 16to, donde los tees se adelantaron a casi 300 metros para motivar que los jugadores apuntaran a los greens.

Morikawa ejecutó un tiro en el hoyo 16 que tuvo un vuelo perfecto y fue incluso mejor al caer, saltando al green y rodando algo más de dos metros que le enfiló al título. Lo hizo con una ventaja de dos golpes y firmando un 64, la ronda final más baja por un campeón del torneo.

“Hay que sacarse el sombrero”, dijo Casey. “Collin aceptó el reto y lo logró. Tiene la estirpe de un campeón”.