Tras la unión frente al coronavirus, las fricciones rompen la paz en la F1

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Luego de la unidad mostrada en pos de la organización de Grandes Premios a pesar de la pandemia del nuevo coronavirus, la Fórmula 1 regresa a sus costumbres y las fricciones entre sus protagonistas amenazan con ensombrecer una temporada ya de por sí complicada.

"Son estupideces...", o "lameculos", las palabras malsonantes resuenan en el 'paddock', ya sea por presuntos plagios de piezas de freno, o por el reparto de los jugosos ingresos que proporciona la F1.

La puerta cerrada con la que se disputan los Grandes Premios no ha evitado que las fricciones salgan a la luz.

Acusada de haber copiado a Mercedes los ductos de los frenos, elementos esenciales para el buen funcionamiento de un F1, la escudería Racing Point se defendió afirmando que lo había hecho a partir de fotografías. "Son estupideces...", lanzó Zak Brown, dirigente de la escudería rival McLaren.

"Me sorprende ver hasta qué punto Zak no conoce nada de la F1", contestó por su parte Otmar Szafnauer, el 'team principal' de Racing Point.

Mientras, el veredicto de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) dando la razón a Renault, en el origen de la reclamación contra Racing Point, es protestado por varias escuderías, entre ellas por la propia Renault, que estima que esos ductos deberían ser prohibidos para el resto de la temporada.

Otra fuente de polémica, los 'acuerdos Concorde' que regulan el reparto de los ingresos entre las escuderías, y que se hallan en plena renegociación.

Aunque muchas escuderías se muestran partidarias de firmarlos, Toto Wolff, el jefe de Mercedes F1, estima que lo que se ha puesto sobre la mesa perjudica a su escudería.

"Algunos lamen el culo del poseedor de los derechos comerciales cuando hablan a la televisión, pero cuando estamos sentados en torno a una mesa, son los más rencorosos", acusó en una entrevista a Sky Sport.

En el pasado negociados al amparo de Bernie Ecclestone, el 'papa' de la F1 desde los años 80 hasta su compra por Liberty Media en 2016, permitieron a la mayoría de escuderías aumentar considerablemente sus ingresos por derechos publicitarios y de televisión.

- ¿Concordia o discordia? -

Ferrari, la única escudería presente desde los inicios del campeonato de la Fórmula 1 en 1950, ostenta un régimen especial. Su responsable Mattia Binotto indicó en el marco del Gran Premio 70º Aniversario de la F1 en Silverstone que estaba dispuesto a firmar.

Pero Toto Wolff lo ve desde otro punto de vista. "Nosotros somos la mayor víctima en términos de pérdida de ingresos. Ferrari mantuvo su posición ventajosa", indicó durante una conferencia de prensa en Silverstone.

"Creo que Mercedes aportó mucho a este deporte los últimos años. Somos muy competitivos en la pista, tenemos al piloto (Lewis Hamilton) más popular, y estimamos que (...) no somos tratados de la manera en que deberíamos", indicó, dejando claro que no están dispuestos a firmar.

Mercedes conquistó todos los Mundiales de pilotos y de constructores desde la introducción de los motores híbridos en F1 en 2014, una dominación que, según algunos, merma el interés por la F1.

Pero al mismo tiempo dota al constructor alemán de un peso en la negociación de los acuerdos Concorde.

- Arrodillarse -

Otro asunto que divide a los pilotos: el de las manifestaciones antes de cada Gran Premio contra el racismo y el hecho de arrodillarse o no.

Lanzada a iniciativa de Hamilton, el único piloto negro en la parrilla de F1, recibió el apoyo de los 20 pilotos de la parrilla, aunque algunos optan por no poner la rodilla en tierra.

Charles Leclerc (Ferrari) rechazó ser tachado de racista en las redes sociales por ser uno de los que permanecen de pie, y Kevin Magnussen (Haas) explicó su decisión de no arrodillarse para no tomar una posición política.

Lejos de lanzar un mensaje de unidad, esta manifestación se convierte en la ocasión para los medios de centrarse en quiénes secundan a Hamilton y quiénes no.

jld/iga/dr