Todos los países miembros de la OIT ratificaron una convención sobre el trabajo infantil

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Veintiún años después de su elaboración, una convención que busca erradicar las peores formas de trabajo infantil fue adoptada por los 187 países miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tras su ratificación este martes por el reino de Tonga.

"Por primera vez en la historia de la OIT, una convención internacional de trabajo fue ratificada por todos los estados miembros, la convención 182 sobre las peores formas de trabajo infantil, tras su ratificación por el reino de Tonga", nación insular del Pacífico Sur, anunció Guy Ryder, director general de la OIT en conferencia de prensa en línea.

Para Guy Ryder, esto "refleja un compromiso mundial según el cual no tienen lugar en nuestra sociedad las peores formas de trabajo infantil, como esclavitud, explotación sexual, utilización de niños en conflictos armados y otros trabajos peligrosos o ilícitos que ponen en riesgo la salud, la moralidad y el bienestar psicológico de los niños".

Aunque teóricamente ahora "todos los niños del mundo entero tienen una protección jurídica esencial", el director general de la OIT reconoció que aun quedan "enormes desafíos".

Según un estudio conjunto de la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y de la OIT, el número de niños que trabaja en el mundo disminuyó en 94 millones de casos desde 2000.

Sin embargo, 152 millones de niños siguen obligados a trabajar, de los cuales 73 millones han realizado tareas peligrosas, según los últimos cálculos de la OIT, en el periodo 2012-2016.

La pandemia del coronavirus puede provocar por primera vez en veinte años un alza global del trabajo infantil, había advertido ya la ONU.

El 70% del trabajo infantil se encuentra en la agricultura y es causado fundamentalmente por la pobreza y el desempleo de los padres.

Entre las peores formas de la explotación infantil figuran entre otros esclavitud, servidumbre por deudas, trabajo forzado u obligatorio inclusive en conflictos armados y prostitución, pornografía, producción y tráfico de estupefacientes.

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