Pompeo promete protección a activistas hongkoneses buscados en el extranjero

El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, prometió el martes proteger a los militantes prodemocracia exiliados de Hong Kong, después de que Pekín anunciara que la policía de la excolonia británica ordenó arrestar a activistas en el exterior.

"El Partido Comunista Chino no puede tolerar el pensamiento libre de su propio pueblo, e intenta extender cada vez más su alcance fuera de las fronteras chinas", dijo Pompeo en un comunicado.

"Los Estados Unidos y otras naciones libres continuarán protegiendo a nuestros pueblos del largo brazo del autoritarismo de Pekín", agregó.

La prensa estatal china informó a última hora del viernes que la policía de Hong Kong había ordenado el arresto de seis activistas prodemocracia que se encuentran exiliados, por ser sospechosos de violar las normas de una nueva y draconiana ley de seguridad.

Uno de los activistas buscados, Samuel Chu, líder del Hong Kong Democracy Council, con sede en Washington, escribió en Twitter que posee la ciudadanía estadounidense hace 25 años.

En la lista también figura Nathan Law, de 27 años, uno de los activistas de perfil más alto que integra la lista de requeridos, quien se instaló recientemente en Reino Unido y calificó las acusaciones en su contra como un engaño.

La policía de Hong Kong se negó a realizar comentarios sobre los cargos presentados. Pero el embajador de China en Estados Unidos, Cui Tiankai, pareció confirmar y defender los cargos.

"Todas estas acciones de aplicación de la ley se toman de acuerdo a las normas", dijo Cui en respuesta a una consulta durante un foro sobre seguridad.

"Si violan la ley, deberían ser castigados. Eso es todo. No importa qué punto de vista político tengan".

Pekín impuso sobre finales de junio una ley de seguridad nacional para Hong Kong que prohíbe cualquier disidencia, en un centro financiero que el año pasado fue escenario de masivas protestas prodemocracia que en ocasiones se tornaron violentas.

Estados Unidos ha denunciado esa ley y afirmó que pondría fin al estatuto especial que otorga a Hong Kong, una excolonia británica a la que Pekín había garantizado ciertas libertades antes de recuperar la soberanía sobre ese territorio en 1997.

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