Posible desastre aéreo en Siria merece explicación: Bobby Ghosh

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(Bloomberg) -- Irán se ha quejado ante la Organización de Aviación Civil Internacional después de que un avión de Mahan Air que volaba de Teherán a Beirut fuera interceptado por un avión de combate estadounidense en el espacio aéreo sirio el jueves por la mañana. La República Islámica exige una investigación de lo que afirma fue una “clara violación del derecho internacional”. Dice que los pasajeros resultaron heridos cuando el avión se vio obligado a bajar bruscamente de altitud para evitar una colisión con el F-15 estadounidense.

Un portavoz del Comando Central de Estados Unidos dijo que el avión de combate “realizó una inspección visual estándar” del avión Mahan Air, de acuerdo con las normas internacionales, a una “distancia segura de aproximadamente 1.000 metros”. El F-15 había estado en una misión de rutina cerca de al-Tanf, en el sur de Siria, donde Estados Unidos mantiene una pequeña base militar.

Teherán, previsiblemente, está trazando paralelos entre el incidente y el derribo en 1988 del vuelo 655 de Iran Air por parte del USS Vincennes, que confundió el avión con un F-14 iraní. Las 290 vidas a bordo se perdieron. La tragedia más reciente del avión ucraniano derribado por un misil iraní, en la que murieron 176 personas, probablemente no aparecerá en la retórica de Teherán. Las cajas negras de ese avión, entregadas tardíamente a Francia, revelan detalles profundamente embarazosos para un régimen que inicialmente afirmó que sus sistemas de defensa aérea eran demasiado sofisticados para cometer un error.

Todos deberíamos estar agradecidos de que el vuelo de Mahan Air no terminara en tragedia. Si lo hubiera hecho, el régimen en Teherán podría haber sido tentado a una represalia precipitada.

Aunque los detalles exactos del encuentro del jueves pueden perderse en la niebla de la guerra de propaganda entre Irán y Estados Unidos, vale la pena tener en cuenta algunos hechos a medida que la historia pasa por su inevitable ciclo.

Primero, Mahan Air no es una típica aerolínea civil. Sí vende boletos y lleva iraníes comunes a destinos extranjeros, pero también sirve al régimen como servicio de transporte de tropas y entrega de armas. EE.UU. impuso sanciones a Mahan Air en 2011 por proporcionar apoyo financiero y de otro tipo al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. La Administración Trump también ha impuesto sanciones a la aerolínea y a las compañías que le prestan servicios. Alemania y Francia la han prohibido por transportar tropas y armas iraníes a zonas de guerra.

En segundo lugar, la base estadounidense en al-Tanf no es un secreto. Puede encontrarla cualquier persona con un conocimiento rudimentario de imágenes satelitales de acceso abierto. Ciertamente, ninguna aerolínea civil que opere en los cielos de Medio Oriente puede ignorar que la base está protegida por aviones militares, sin mencionar las baterías de misiles tierra-aire. Cualquier piloto sensato obligado a sobrevolar Siria le daría a al-Tanf un amplio margen.

Tampoco puede haber ninguna duda de que Irán y sus milicias patrocinadas en la región representan una amenaza para la base. Las fuerzas sirias y rusas también la han amenazado. Por lo tanto, la aparición de un avión iraní en el radar, incluso uno que parezca no ser amenazante, podría merecer una mirada más cercana.

En tercer lugar, gran parte del espacio aéreo sirio es peligroso, lleno de drones y aviones militares tripulados de todo tipo: estadounidenses, rusos, sirios, turcos e israelíes. El régimen de Bashar al-Assad frecuentemente dispara misiles (algunos de ellos iraníes) para defenderse de los ataques aéreos, y sus baterías no son conocidas por su precisión.

Como resultado, la mayoría de las aerolíneas legítimas evita volar sobre Siria. Los transportistas estadounidenses lo tienen expresamente prohibido por la Administración Federal de Aviación de EE.UU. El último boletín sobre Siria de la agencia de la Unión Europea de Seguridad Aérea advierte que “con la presencia de organizaciones terroristas y operaciones militares en curso, existe el riesgo de ataques intencionales y de identificación errónea de aeronaves civiles. La presencia de un amplio rango de armamento antiaéreo tierra-tierra y dedicado representa un ALTO riesgo para las operaciones en todas las altitudes de vuelo”.

Ha habido roces aún más cercanos que los experimentados por el avión de Mahan Air. En febrero, otro avión de pasajeros de Teherán a Damasco se vio obligado a aterrizar de emergencia en la base aérea de Hmeimim, controlada por Rusia, para evitar ser atacado por las defensas aéreas sirias. Ese avión pertenecía a otra aerolínea sancionada por Estados Unidos, Cham Wings, que tenía la dudosa distinción de llevar a Qassem Soleimani, de la Guardia Revolucionaria, en su último vuelo a Bagdad, poco antes de que un dron estadounidense lo matara.

Dados los peligros que acechan en los cielos de Siria, considere una bendición que tales incidentes, y el encuentro entre el avión de Mahan Air y el F-15, no ocurran con más frecuencia.

Nota Original:An Aviation Disaster Was Barely Averted Over Syria: Bobby Ghosh

©2020 Bloomberg L.P.