Final inminente de subsidios contra crisis inquieta a desempleados en EEUU

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En Estados Unidos los desempleados ven la llegada de agosto con angustia ya que se terminan subsidios para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia, cuando el país enfrenta un aumento de casos y el mercado laboral se tambalea.

Este lunes, el Congreso comenzó a analizar una extensión de la ayuda de 600 dólares adicionales que desde el mes de abril reciben cada semana los desempleados.

Casi cuatro meses después, cuando los despidos suman legiones, 32 millones de personas reciben esta ayuda que les permite "pagar sus cuentas, reembolsar sus créditos, pagar el alquiler y comprar comida", explicó a la AFP Gary Burtless, economista de la Brookings Institution.

Pero esta ayuda caduca el 31 de julio.

En Estados Unidos, el monto y la duración del subsidio por desempleo varían en función de los estados. En Maryland, limítrofe con Washington DC, por ejemplo, esta ayuda se extiende durante seis meses y en Georgia o en Nevada durante tres.

En tanto, el monto varía entre 235 dólares por semana en Misisipi y 823 dólares en Massachusetts.

Estos 600 dólares evitaron que muchos estadounidenses con bajos ingresos cayeran en la pobreza, y a nivel macroeconómico permitieron que el consumo, principal motor de la economía, siguiera funcionando.

"Esto permitió que muchas familias, en particular aquellas que perdieron un trabajo de baja remuneración, pudieran seguir gastando", agregó.

Las ayudas fueron utilizadas mayoritariamente para comprar comida, pero también para pagar cuentas, según los datos de la Oficina del Censo, que realizó un estudio sobre las consecuencias de la crisis para las familias.

- Un debate complicado -

Los debates en el Congreso se vislumbran crispados, ya que quienes se oponen a las ayudas afirman que este subsidio desincentiva la búsqueda de empleo, ya que muchos beneficiados tienen ingresos superiores a los que tenían cuando trabajaban.

Las empresas afirman tener dificultades para llenar algunos puestos, advirtió la Reserva Federal en su Libro Beige, una encuesta a los principales agentes de la economía.

Una de las causas fue la entrega de esta ayuda, pero también las inquietudes relacionadas con el virus y las dificultades de los padres, ya que las escuelas están cerradas.

"Si los beneficios son suficientemente altos, algunas personas no van a buscar empleo", señaló Burtless.

El experto matizó que en este momento hay muchas más personas desesperadas por no encontrar empleo que empleadores exasperados por no poder llenar vacantes.

En este contexto, Burtless apuesta que si el Congreso renueva la ayuda probablemente no sea de 600 dólares y esté en torno a los 200 o 150 dólares mensuales.

Diana Yitbarek, de 44 años, está desempleada desde abril pero no ha conseguido recibir el subsidio ya que perdió el código de acceso a su cuenta.

"Cada vez que llamo, me sale el contestador. He esperado siete u ocho horas o a veces más", contó a la AFP. "Esto ha sido así durante casi tres meses y estoy a punto de abandonar".

La mujer tiene dificultades para pagar sus cuentas y no consigue un empleo ya que muchos establecimientos siguen cerrados.

En su ciudad, Washington, los centros de empleo están cerrados al público. En otras partes del país donde siguen abiertos, los medios muestran filas enormes, con decenas de personas esperando durante la noche para ser atendidas.

Después de una reapertura inicial considerada prematura, muchas localidades del país se enfrentan a un nuevo cierre de los comercios, los restaurantes y las empresas ante el aumento de los contagios.

En este contexto, muchos expertos temen que haya una nueva ola de despedidos, como la registrada al inicio de la crisis en marzo y abril.

jul/vog/an/mr