Familiares del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, cobraron dinero de una asociación caritativa que está en el centro de una investigación por conflicto de intereses contra el mandatario, reveló este jueves el canal CBC.
Margaret Trudeau, la madre del primer ministro, cobró 250.000 dólares por discursos pronunciados durante 28 eventos organizados por WE Charity entre 2016 y 2020, según el canal público.
El hermano del dirigente, Alexandre, recibió por su parte unos 32.000 dólares por participar en ocho eventos.
Un portavoz de WE Charity había indicado a CBC que Margaret Trudeau nunca cobró nada por sus discursos, recordó el canal.
La organización caritativa WE Charity anunció el viernes su renuncia a un contrato de gestión de un programa gubernamental, a raíz de las protestas de la oposición en Ottawa.
El comisario encargado de vigilar los conflictos de intereses de los gobernantes canadienses, Mario Dion, decidió el viernes abrir una investigación tras la concesión de ese contrato para gestionar un programa de becas para estudiantes locales de 900 millones de dólares canadienses (662 millones de dólares estadounidenses).
"Los familiares del primer ministro están implicados con diversas organizaciones y apoyan distintas causas personales por voluntad propia", indicó este jueves en un comunicado la oficina de Trudeau.
"Lo importante aquí es recordar que se trata de un organismo caritativo que apoya a estudiantes", añadió el comunicado.
La oficina del mandatario había indicado el miércoles al diario Globe and Mail que Trudeau y su esposa, Sophie Grégoire, nunca habían recibido dinero por participar en actos de la ONG.
La oposición conservadora reaccionó a esas revelaciones "escandalosas", acusando a Trudeau de haber "concedido un contrato de casi 1.000 millones de dólares (canadienses) a un organismo de caridad que no sólo está muy vinculado al Partido Liberal, sino que ha dado cerca de 300.000 dólares a su familia".
No es la primera vez que el comisario Dion investiga a Trudeau. En 2017, lo hizo después de que el primer ministro aceptara pasar sus vacaciones en la isla privada del Aga Khan, jefe espiritual de los musulmanes chiitas ismaelíes; y el año pasado, por tratar de influenciar una decisión judicial en un caso de corrupción de la constructora SNC-Lavalin.
En ambas ocasiones, el comisario concluyó que el mandatario había violado la ley sobre conflictos de intereses.
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