En el Ártico ruso, Nenetsia se mantiene firme

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"Mañana, ¿quién nos prestará atención?", se pregunta Liudmila Latander, quien lucha por la autonomía de su región, Nenetsia, un territorio en las fronteras de Rusia poblado por tribus nómadas y amenazado por el desarrollo económico del Ártico.

"Si Nenetsia es unida con otra región, me temo que nadie se ocupe de nuestro idioma y nuestras tradiciones. Y que nuestras pequeñas aldeas en la tundra sean olvidadas", dice Latander, de 61 años e integrante de la asociación "Iassaveï".

Ubicado al borde del helado Océano Ártico, el distrito autónomo de Nenetsia fue sacudido en mayo por una ola de protestas contra la fusión anunciada con la región vecina de Arkhanguelsk, un proyecto destinado a orquestar mejor la explotación de la riqueza de los dos territorios.

Esta idea finalmente fue enterrada después de que Nenetsia, tan grande como la mitad de Alemania pero poblada por solo 44.000 habitantes, diera a conocer su firme oposición.

El 1 de julio, fue la única región en Rusia que rechazó (55% en contra) la revisión constitucional que fortalece los poderes de Vladimir Putin.

Se trató de una señal clara antes de la elección del nuevo jefe de distrito.

"¡El presidente puede permanecer en el poder si lo desea, pero nadie toca nuestra autonomía!", insiste Viktoria Bobrova, de 57 años, activista local y funcionaria jubilada de alto rango.

"Continuaremos la lucha durante las elecciones regionales en septiembre", añadió.

- Chamanismo y pieles de animales -

Sujeto a un clima extremo, Nenetsia es conocida por sus criadores de renos que viven en los inmensos espacios del Gran Norte.

Es una forma de vida ancestral, que mezcla carpas de madera, chamanismo y pieles de animales.

Los pueblos indígenas, pero también parte de la mayoría rusa, temen que estas especificidades sean sacrificadas en el altar de las prioridades estratégicas del Kremlin, a saber la explotación de materias primas del Ártico y una vía comercial del norte, facilitada por retirada de hielo debido al cambio climático.

Los nenezos, un grupo étnico samoyedo que representa alrededor del 18% de la población local, dieron su nombre al territorio que hoy tiene su propio presupuesto y recursos importantes de hidrocarburos, que garantizan la autonomía.

Para muchos residentes, someter sus tierras a la autoridad de la región vecina podría poner en peligro su estilo de vida, comenzando por reducir los generosos subsidios para la cría de renos.

"Ya es difícil vivir aquí, lejos de todo. No queremos que nuestro nivel de vida baje más", dice Tatiana Antipina, una empresaria local.

Durante varias semanas los habitantes organizaron peticiones, acciones de protesta pública y campañas en las redes sociales. Incluso enviaron folletos en botes y helicópteros a las aldeas más aisladas.

- Un tren a la Luna -

Para Bobrova, decir "no" al referéndum de Putin era la forma de "estar seguros de que nuestro deseo de autonomía se escuchara".

Otros aprovecharon el voto para denunciar el abandono de las aldeas árticas, como el pueblo pesquero de Volonga, de apenas 35 almas junto al mar de Barents. Allí, el "niet" ("no") ganó con el 100% de los votos, o 17 votantes.

"No queda nada, no hay trabajo, el pueblo se está desmoronando. ¿Por qué votaríamos por la nueva constitución?", dijo Mikhail Khoziainov, de 62 años, un expescador de salmón entrevistado por teléfono.

Para evitar la falsificación de los resultados, los observadores monitorearon de cerca el recuento.

Después del referéndum, el jefe interino de Nenetsia, Yuri Bezdoudni, afirmó que el tema de una fusión con Arkhanguelsk estaba "cerrado", pero los militantes permanecen en guardia, ya que varios y controvertidos proyectos para desarrollar el Ártico permanecen en la agenda.

Por lo tanto, las autoridades locales apoyan la construcción de un puerto de aguas profundas en Indiga, en Nenetsia, que se unirá a Arkhanguelsk por un nuevo ferrocarril.

"Es probable que esta línea sea difícil y costosa de construir porque cruza grandes áreas pantanosas", apunto Bobrova. "Sería como enviar un tren a la luna".

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