Una ex amiga del rey Juan Carlos declaró que el monarca le transfirió 65 millones de euros como “regalo”

La prensa española reveló la declaración de Corinna Larsen ante el fiscal suizo Yves Bertossa el 19 de diciembre de 2018. Además, el abogado Dante Canónica dijo que el rey emérito le encargó “crear una estructura” para transferir una “importante donación” que iba a recibir de su par saudita

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El rey emérito Juan Carlos (EFE/Zipi)
El rey emérito Juan Carlos (EFE/Zipi)

La que fuera amiga del actual rey emerito Juan Carlos I, Corinna Larsen, declaró ante un fiscal suizo que el monarca le transfirió 65 millones de euros a una cuenta, según ella, como “regalo” y “gratitud”. E indicó a su vez que los fondos procedían a su vez de una donación que había recibido del ya fallecido rey Abdala de Arabia Saudita.

Así lo dijo el 19 de diciembre de 2018 en su declaración, que publicó el domingo el diario español El País, ante el fiscal Yves Bertossa, que la investiga junto a los gestores de cuentas en Suiza Arturo Fasana y el abogado Dante Canónica por un delito agravado de blanqueo de capitales.

En España, la Fiscalía del Tribunal Supremo asumió la investigación que dirigía la Fiscalía Anticorrupción sobre el presunto cobro de comisiones para la adjudicación en 2011 del AVE a La Meca (Arabia Saudita), al comprobar que podría estar involucrado el rey Juan Carlos, padre del actual monarca Felipe VI.

Juan Carlos de Borbón disfruta de un fuero especial, por el que solo puede ser investigado y juzgado por el Tribunal Supremo y además, cuenta con inviolabilidad hasta que dejó de ser jefe del Estado en 2014, lo que impide que se le pueda investigar por hechos ocurridos durante su mandato, aunque sí posteriores.

En su declaración al fiscal suizo, Larsen afirmó que la donación se debía a la “gratitud” y “amor” del monarca y a que él “se sentía un poco culpable” por lo que le había pasado en Mónaco.

Corinna afirma se refería a que en 2012 fue secuestrada por los servicios secretos españoles en su apartamento monegasco, incidente que fue negado en su día por el ex director del Centro Nacional de Inteligencia español, Félix Sanz Roldán.

“Tenía todavía la esperanza de poder recuperarme”, expuso por último Larsen para justificar la millonaria donación.

Corinna Larsen declaró ante un fiscal suizo en 2018 (Richard Young/Shutterstock)
Corinna Larsen declaró ante un fiscal suizo en 2018 (Richard Young/Shutterstock)

Los 65 millones habrían sido transferidos a Larsen a través de la fundación panameña Lucum, vinculada al rey Juan Carlos, con Dante Canónica como intermediario. Ella misma afirmó que no preguntó sobre el origen del dinero, aunque después “en las conversaciones con el banco (suizo) Gonet o con Canónica se me explicó que venía de una donación del rey Abdalá en favor de Juan Carlos I”.

“No me explicaron la razón de esa donación, pero se trata de una práctica corriente entre reyes, concretamente en Oriente Medio. Juan Carlos I no me había hablado de esto previamente. Era muy discreto con respecto al estado de sus finanzas”, manifestó.

Según publicó hace unos meses el diario Tribune de Genève, la Fiscalía helvética halló supuestas evidencias del movimiento de 100 millones de dólares por parte de varios gestores de cuentas en Suiza y sospecha que dicho dinero, que llegó a una cuenta en Panamá de la fundación Lucum, procedería del rey saudita Abdul Aziz Al Saud, y que el beneficiario único de dicha fundación sería Juan Carlos I.

Por su parte, Canónica declaró que Juan Carlos le encargó “crear una estructura” para transferir una “importante donación” que iba a recibir del rey de Arabia Saudita, pero negó que se tratase de una estructura opaca, según informa el diario El Español.

El abogado lo explicó así el 24 de agosto de 2018 ante Bertossa, que sospecha que el anterior rey español “ocultó cerca de 100 millones de dólares en Suiza” que podrían proceder del pago de comisiones por la adjudicación (a un consorcio español) del tren de alta velocidad (AVE) La Meca-Medina (Arabia Saudí) en 2011, si bien la licitación fue en 2006.

Canónica aseguró que la Fundación Lucum se creó en el Palacio de la Zarzuela, residencia oficial de los reyes de España, y relató los viajes que el gestor de cuentas en Suiza Arturo Fasana, también investigado por estos hechos, hizo a Washington y a Basilea después de que el monarca les facilitara “las coordenadas” del entonces embajador saudí en Estados Unidos, Adel Al-Jubeir, que iba a intermediar en la transferencia de los 100 millones de dólares.

Canónica y Fasana figuraban como presidente y secretario de la Fundación Lucum. Fasana administraba los fondos y realizaba los movimientos del dinero, mientras que el nombre de Juan Carlos I sólo aparece en un formulario depositado en el banco.

El abogado dijo que conoció al anterior jefe del Estado español a finales de 2007 o principios de 2008 “con Arturo Fasana en el Palacio de la Zarzuela”, y que después se reunió varias veces más con él, según consta en el acta de su declaración ante el fiscal, a la que tuvo acceso El Español.

El rey emérito Juan Carlos I y el rey Felipe llevan meses distanciados (EFE)
El rey emérito Juan Carlos I y el rey Felipe llevan meses distanciados (EFE)

En esa primera ocasión, según su relato, les explicó que su amigo el rey Abdalá quería hacerle una importante donación. “Le pregunté cuánto dinero. Me respondió que no lo sabía”, expuso el abogado, quien señaló que le dijo al rey que era importante saber la cantidad y también era importante crear una estructura totalmente transparente, “es decir, que Juan Carlos I apareciera como beneficiario efectivo”.

También advirtieron de que no abrirían una cuenta bancaria hasta tener la confirmación del embajador Al-Jubeir de que “era realmente una donación”. Éste finalmente confirmó que se trataba de un “pure gift (‘puro regalo’) que ascendería a varias decenas de millones” y unos días después llegaron los fondos.

“Fue entonces cuando descubrimos la cantidad exacta de la donación. Llamamos a Juan Carlos I, que se quedó atónito al saber la cantidad que se había pagado. Pronunció una frase como ‘¡Oh Dios mío! Han sido muy generosos’”.

En 2012, el rey decidió cerrar la cuenta de la fundación y transferir los fondos a su entonces amiga Corinna Larsen porque, según Canónica, “no se sentía cómodo con la cuenta en un banco suizo”. “Era una bomba de relojería”, y a esto añadió que la banca Mirabaud “nos hizo entender que la cuenta de Juan Carlos l presentaba un “riesgo reputacional” para la entidad.

Con información de EFE

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