Los turistas llegan a Corfú a bordo de los primeros vuelos internacionales

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Decenas de viajeros sonrientes aterrizaron el miércoles en la isla griega de Corfú, en el primer día de la reapertura de los aeropuertos regionales de Grecia a los turistas extranjeros, tras el cierre provocado por la pandemia de coronavirus.

"Hemos estado esperando este momento durante mucho tiempo", comentó con entusiasmo Molnar Istvan, un turista húngaro a su llegada al aeropuerto de Corfú a bordo del primer vuelo del día.

"Es fantástico. Estamos muy contentos de estar aquí y disfrutar del sol", añadió en el bullicioso aeropuerto, delante de muchos operadores turísticos que vienen a recibir a los viajeros.

"Les abrimos nuestros brazos", proclamó Haris Theocharis, el ministro griego de Turismo, que vino a Corfú para el aterrizaje del primer avión procedente de Budapest.

"Damos la bienvenida a nuestros huéspedes de Francia y de otros países, sabiendo perfectamente que podemos ofrecerles tanto la hospitalidad que todo el mundo espera de Grecia como un entorno seguro para todos", dijo a la AFP.

Grecia resultó relativamente inmune al coronavirus, con solamente 192 muertos y menos de 3.500 casos.

Después de tres meses de confinamiento, el país abrió el miércoles todos sus aeropuertos a los turistas de 14 países considerados seguros, entre ellos Australia, Canadá, Japón y Uruguay, así como sus enlaces marítimos con Italia.

A partir del miércoles, los viajeros que llegan a Grecia deben completar un cuestionario en línea con 48 horas de antelación y recibir un código de barras que determina si deben ser sometidos o no a una prueba de detección del virus a su llegada.

"Nos han dicho que no hay víctimas de covid-19 en la isla, nos sentimos seguros en Corfú", comenta el eslovaco Anton Fric, detrás de su máscara. Los ocho miembros de su familia pasaron "rápidamente" el control sin realizar ninguna prueba.

- Temporada turística difícil -

Grecia, "es más que el mar y el sol, es un estado de ánimo", proclama el gobierno griego en su campaña para relanzar el turismo, que representa una cuarta parte del Producto Interior Bruto (PIB) griego.

Sin embargo, será "una temporada turística muy difícil, haremos lo mejor posible", dijo esta semana el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis.

Los británicos, los principales clientes de Corfú, no pueden venir hasta dentro de dos semanas. Al igual que los estadounidenses, los rusos, los turcos y los suecos.

Los viajeros provenientes de China, donde la pandemia surgió a finales de 2019, podrán venir a Grecia solamente si Pekín abre sus puertas a los europeos.

En medio de las fachadas ocres y rosas de la arquitectura veneciana de la isla, Yannis mantiene su tienda de recuerdos y sus dieciséis habitaciones abiertas, porque todavía tiene "1% de esperanza" de ver a los turistas y "ponerse al día".

Para Amelia Vlachu, que posee una tienda de joyas en un callejón sombreado de Corfú, "los tres meses [de confinamiento] están perdidos, nunca los recuperaremos. Ahora solo tratamos de salvar la temporada", afirma.

chv/mab/pc