Indígenas de Nicaragua reportan ocho muertos por la COVID-19 y piden médicos

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El Gobierno nicaragüense ha informado de 2.519 contagios de la COVID-19, y 83 muertes, sin especificar zonas geográficas, origen técnico, género, ni edades. EFE/ Jorge Torres/Archivo
El Gobierno nicaragüense ha informado de 2.519 contagios de la COVID-19, y 83 muertes, sin especificar zonas geográficas, origen técnico, género, ni edades. EFE/ Jorge Torres/Archivo

Managua, 1 jul (EFE).- Los indígenas ulwas, asentados en el litoral Caribe de Nicaragua, informaron este miércoles que al menos ocho de sus integrantes han muerto con síntomas de la COVID-19, a pesar de que llevan casi un mes y medio bajo cuarentena comunal.
"Son ocho fallecidos: tres enterrados en Bluefields, incluyendo mi mamá, cuatro en Sandy Bay, y uno en Karawala", dijo a Efe Haydée Bautista, integrante de una respetada familia ulwa.
"Cuando se declaró la cuarentena (el pasado 21 de mayo), ya estaba la transmisión comunitaria", agregó.
Ese día, la Junta Directiva del Gobierno Comunal en el municipio de Karawala, donde se asienta la mayoría de ulwas, apeló a su cláusula de autonomía para declarar una estricta cuarentena, que incluía la suspensión de actividades sociales y la conexión con el resto de Nicaragua, pero las autoridades del Gobierno Central no respetaron el mandato indígena, según Bautista.
"Las autoridades municipales se están activando hasta ahora, no respetaron la cuarentena, solamente los indígenas, pero la gente (no indígena) siguió viajando de Bluefields a la Desembocadura de Río Grande de Matagalpa, y muchos jóvenes fueron afectados, pero son fuertes, se recuperaron con medicina natural tradicional", aseguró Bautista, quien perdió a su mamá y a un tío, mientras uno de sus abuelos está en cuidados intensivos.
DEMANDAN MÉDICOS, TEST Y MASCARILLAS
Bautista afirmó que los indígenas, incluyendo su mamá, quien se contagió antes del decreto de cuarentena, han sido declarados con la COVID-19 por diagnóstico clínico, ya que el Ministerio de Salud, con sede en Managua, "no nos manda pruebas para saber quién está enfermo".
Además de las pruebas, los ulwas necesitan mascarillas, desinfectantes, alcohol gel, y médicos especialistas, no solamente en Karawala, sino también en Sandy Bay, Kukra Hill, y otras comunidades donde se han asentado, indicó Bautista.
El principal aporte lo recibieron los ulwas ayer martes cuando la Iglesia Morava reunió materiales sanitarios en la ciudad de Bluefields y otras comunidades indígenas.
Aunque oficialmente los ulwas confirman una comunidad de 2.000 habitantes, Bautista afirmó que solamente en Karawala hay 4.500.
Además de los ulwas en Karawala, otras poblaciones indígenas que han declarado cuarentena son el territorio Awas Tingni Mayagna Sauni Umani (AMASU), establecido en el noreste de Nicaragua, y el Gobierno Territorial Rama y Kriol (GTR-K), en el sureste.
El Gobierno nicaragüense ha informado de 2.519 contagios de la COVID-19, y 83 muertes, sin especificar zonas geográficas, origen técnico, género, ni edades.
En tanto, el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos y voluntarios de toda Nicaragua, contabiliza 6.775 sospechosos de haber sido contagiados, con 1.878 fallecidos, incluidos 1.749 son sospechosos por coronavirus y 129 por neumonía, hasta el 24 de junio pasado.
El caso de Nicaragua ha despertado preocupación en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y en la Organización de los Estados Americanos (OEA), así como en sus dependencias dedicadas a temas de la salud y de los derechos humanos.