La UE y Reino Unido reanudan su discusión presencial sobre el acuerdo comercial

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Los negociadores de la Unión Europea (UE) y del Reino Unido reanudaron este lunes de manera presencial sus discusiones sobre la futura relación comercial a ambos lados del canal de la Mancha, cuando el tiempo apremia.

La nueva ronda de negociación en Bruselas, que se prolongará hasta el viernes, comenzó con una reunión a las 09H00 GMT entre el negociador europeo, Michel Barnier, y su par británico, David Frost, su primer encuentro en persona desde marzo.

El Reino Unido salió de la UE el 31 de enero y ahora negocia con Bruselas para intentar establecer una relación comercial con el bloque europeo al final del período de transición, que acaba a finales de año.

Ante el rechazo de Londres de prolongar la transición, británicos y europeos decidieron impulsar una negociación estancada con encuentros semanales en julio, centrados especialmente en los principales problemas.

"Aprovecharemos al máximo nuestras intensas conversaciones en las próximas semanas y meses", aseguró el negociador europeo tras la reunión, destacando la voluntad de la UE de lograr una "relación global" con el Reino Unido.

Aunque el primer ministro británico, Boris Johnson, deseó poder ver en julio un inicio de compromiso, los europeos, sumidos en su respuesta a la crisis del coronavirus, ven octubre como el "momento de la verdad".

El portavoz del gobierno británico reiteró no obstante este lunes que las discusiones "no pueden durar eternamente". "Tenemos que asegurarnos de que las empresas se preparan correctamente para lo que pasará a finales de año", agregó.

Los escollos hacia un acuerdo son conocidos: los reclamos de la UE de un acceso de sus pesqueros a las ricas aguas británicas y de garantías por parte de Londres en materia fiscal, ambiental y social.

Los negociadores abordarán también esta semana el papel del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) en la futura relación, así como la forma del acuerdo: si uno global, como quieren los europeos, o un pacto comercial acompañado de otros sectoriales, como reclaman los británicos.

En caso de un fracaso de la negociación, al término de la transición, ambas partes aplicarían las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que implican mayores derechos de aduana y controles.

bur-tjc/mb