Duro revés para partido de Macron en municipales francesas marcadas por "ola verde"

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El partido del presidente Emmanuel Macron sufrió este domingo una contundente derrota en las elecciones municipales francesas, que estuvieron marcadas por una abstención récord y el avance de los ecologistas que conquistaron las alcaldías de varias de las principales ciudades del país.

Para París, la joya de la corona de los comicios municipales, la regente saliente, la socialista nacida en España Anne Hidalgo, renovó su mandato con más del 50% de votos, frente a su principal rival, la exministra de Justicia Rachida Dati, candidata del partido conservador.

Los verdes, que avanzan con fuerza en el tablero político francés desde hace varias elecciones, triunfaron en algunas de las principales ciudades, como Lyon (centro-este), Marsella (sureste) y según las primeras estimaciones en Burdeos (centro-oeste), impulsados por la creciente toma de conciencia de las problemáticas medioambientales.

Y en otras como Besançon (este), Poitiers (centro) o Annecy, en los Alpes.

"Esta noche ganó el deseo de un ecologismo concreto, un ecologismo de acción", declaró el líder de Europa Ecología Los Verdes (EELV) y eurodiputado Yannick Jadot.

Los ecologistas se han impuesto como la principal fuerza de izquierda en Francia, una señal del cambio político que se viene produciendo en muchos países europeos. Hay ministros ecologistas en Suecia, Finlandia y Austria y los Verdes están en pleno auge en Alemania.

Las municipales del domingo, que se celebraron ante la amenaza de un rebrote de la pandemia de covid-19, que sólo en Francia mató ya a casi 30.000 personas, se vieron empañadas por una abstención histórica.

Pese a que se tomaron precauciones sanitarias máximas, como el uso de mascarillas obligatorio o la puesta a disposición de gel hidroalcohólico, casi el 60% de los votantes no acudieron a las urnas.

Nada más conocerse los primeros resultados, el presidente Emmanuel Macron dijo estar "preocupado por la baja participación".

Otro tanto expresó la oposición y, en particular, Jean-Luc Mélenchon (izquierda radical), quien calificó los comicios de "huelga cívica", o la finalista de las elecciones presidenciales de 2017, la ultraderechista Marine Le Pen.

Sin arraigo local y amenazado por un voto de castigo, el partido del presidente francés, La República en Marcha (LREM) que vio la luz solo unos meses antes de las presidenciales de 2017, perdió en todas las grandes ciudades francesas.

El primer ministro Edouard Philippe, cuya popularidad se disparó por su gestión en la pandemia, salvó, en parte, el honor del gobierno al obtener la alcaldía de la ciudad portuaria de Le Havre (oeste), su feudo electoral.

"Esta noche sentimos cierta decepción", admitió la portavoz del gobierno, Sibeth Ndiaye.

- ¿Próxima remodelación de gobierno? -

Tras esta bofetada electoral, todo apunta a que Macron anuncie en los próximos días una amplia remodelación de su gobierno que le permita llegar en mejor posición a las presidenciales de 2022.

La gran incógnita es si este cambio de gabinete se llevará por delante al primer ministro, pese a su holgado triunfo de este domingo.

Además de carecer de un anclaje territorial sólido, según el politólogo de Science Po, Gaspard Estrada, "los candidatos del partido gubernamental sufren las consecuencias de la impopularidad del mandatario", desgastado por la revuelta de los "chalecos amarillos" y las extensas huelgas contra su reforma de las pensiones.

En la ciudad de Perpiñán, cerca de la frontera de España, ganó por amplio margen el candidato de extrema derecha, Louis Aliot, expareja de Marine Le Pen, que obtuvo 54% de los votos.

Con la conquista de esta ciudad de más de 100.000 habitantes, Aliot consiguió para la ultraderecha su ciudad más grande desde Toulon (1995-2001).

Según un sondeo de la encuestadora Ifop, si las elecciones presidenciales se celebrasen mañana, Macron estaría codo con codo con Marine Le Pen en la primera vuelta, y ganaría en la segunda con 55%, 11 puntos menos que en 2017.

Para intentar pasar página rápidamente a la debacle anunciada, Macron tiene previsto dirigirse a la nación el lunes para responder a las propuestas formuladas por la Convención Ciudadana sobre el clima, una asamblea de 150 ciudadanos elegidos por sorteo para imaginar políticas ambiciosas contra el cambio climático.

Esta convención será la "respuesta a la ola verde" de este domingo, señaló la presidencia francesa.

En cualquier caso Macron tendrá que hallar un equilibrio entre la voluntad de medidas ecológicas sustanciales, defendidas por el ala izquierda de su partido, y las elecciones liberales de sus comienzos.

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