La Policía chilena niega encubrimiento en el caso del joven que quedó ciego

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Un conjunto de carteles de apoyo a Gustavo Gatica se ve en la Clínica Santa María el 26 de noviembre de 2019 en Santiago (Chile). EFE/ Alberto Valdes/Archivo
Un conjunto de carteles de apoyo a Gustavo Gatica se ve en la Clínica Santa María el 26 de noviembre de 2019 en Santiago (Chile). EFE/ Alberto Valdes/Archivo

Santiago de Chile, 25 jun (EFE).- El cuerpo policial de Carabineros de Chile negó haber ocultado información para encubrir la supuesta implicación de un alto mando en el caso del joven Gustavo Gatica, que quedó ciego tras un operativo durante la ola de protestas que comenzaron en el país en octubre de 2019.
La declaración de Carabineros se produce en respuesta a un comunicado de la ONG Amnistía Internacional (AI) difundido este miércoles en el que denunció que el cuerpo policial está "encubriendo" a un alto mando que estuvo presente en dicho operativo.
"Los carabineros que hicieron uso de escopetas antidisturbios cuando resultó lesionado Gustavo Gatica ya fueron puestos a disposición de Fiscalía, incluyendo a oficial mencionado, por lo que no es efectivo lo señalado", señaló el estamento policial a través de su cuenta de Twitter.
"Además, sumario interno no ha concluido (...) Identidades y antecedentes de personal involucrado han sido aportados a instancias correspondientes a cargo de investigación penal", agregó Carabineros.
En su denuncia, AI dijo haber tenido acceso a una serie de videos que muestran "que el teniente coronel identificado con el código 'G-3' habría utilizado su escopeta de manera abusiva contra manifestantes en múltiples escenarios y días", entre ellos aquel 8 de noviembre cuando Gatica recibió dos perdigones en el rostro.
"En la investigación administrativa que hizo Carabineros (sobre el caso del joven) ni siquiera se interroga a 'G-3', que estuvo claramente presente y que ese día disparó además 170 cartuchos que contienen 12 balines cada uno", explicó a Efe la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas.
El joven, de 21 años y estudiante de psicología, fue gravemente herido en los alrededores de Plaza Italia, la rotonda de Santiago convertida en el epicentro de las protestas, y tras pasar 17 días ingresado se convirtió en el primer manifestante en quedarse ciego.
Su caso dio la vuelta al mundo y provocó encendidas críticas de diversos organismos internacionales, entre ellos la ONU y la propia Amnistía Internacional, que denunciaron el elevado número de mutilados oculares durante la dispersión de las protestas y acusaron a las fuerzas de seguridad de graves violaciones a los derechos humanos.
Según el independiente Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), 460 personas resultaron con lesiones oculares, de las que dos se quedaron ciegas y 35 sufrieron pérdida total de un ojo.
El pasado 18 de octubre estalló en Chile la ola de protestas más graves desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que se mantienen suspendidas por la pandemia y que dejaron una treintena de heridos y miles de heridos, además de episodios de violencia extrema con saqueos, incendios y destrucción de mobiliario público.