ANÁLISIS-El virus y el legado de Merkel aceleran el reequilibrio económico alemán

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FOTO DE ARCHIVO: La canciller alemana Ángela Merkel a su llegada a una reunión del gabinete en Berlín, Alemania, el 24 de junio de 2020. REUTERS/Hannibal Hanschke/Pool
FOTO DE ARCHIVO: La canciller alemana Ángela Merkel a su llegada a una reunión del gabinete en Berlín, Alemania, el 24 de junio de 2020. REUTERS/Hannibal Hanschke/Pool

Por Michael Nienaber y Rene Wagner

BERLÍN, 25 jun (Reuters) - La caída de las exportaciones alemanas por causa del coronavirus y el giro fiscal de 180º de la canciller Angela Merkel en su intento por cincelar su nombre en la historia están acelerando el proceso de reequilibrio en las cuentas de la mayor economía de Europa, que se viene exigiendo desde hace tiempo.

Durante años, los enormes superávit comerciales de Alemania y su indecisión para estimular la demanda interna con un gasto sustancial en infraestructuras han frustrado a las organizaciones internacionales y a sus aliados europeos que sostienen que Berlín podría hacer más en casa para apoyar el crecimiento en otros lugares.

El superávit comercial también ha sido utilizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en beneficio de su relato de "América Primero" que sostiene que Alemania ha venido explotando comercialmente a Estados Unidos, la mayor economía del mundo.

Pero ante la interrupción de la actividad comercial que ha supuesto la pandemia de COVID-19 en todo el mundo y la consiguiente reformulación que ha hecho Merkel de la tradicionalmente cautelosa política fiscal de Alemania, su superávit por cuenta corriente —una medida más amplia de los flujos internacionales— se está reduciendo rápidamente, según las proyecciones de su banco central y su Ministerio de Finanzas.

Hay señales de que este cambio podría durar. Merkel y su ministro de Finanzas, Olaf Scholz, están dispuestos a suspender de nuevo el año que viene el freno de la deuda, una regla consagrada en la Constitución de Alemania que limita significativamente su endeudamiento, dijeron a Reuters tres miembros del Gobierno germano.

Según fuentes consultadas, la líder conservadora y su vicecanciller de centroizquierda también están decididos a fortalecer la Unión Europea en un momento en que su cohesión se ha visto sacudida por la salida de Reino Unido y los desafíos de Estados Unidos y China.

Tras décadas de resistencia alemana, Merkel y Scholz están respaldando una emisión conjunta de deuda europea sin precedentes de 500.000 millones de euros para ayudar a los Estados miembros más afectados por la COVID-19 , así como para hacer frente a las crecientes discrepancias en el seno del bloque.

"A Merkel le preocupan dos cosas: que una segunda oleada de infecciones pueda obligar a las autoridades a aplicar otro confinamiento y que Europa se desmorone a causa de la crisis", dijo una de las fuentes, que habló bajo condición de mantener el anonimato.

Tras 15 años en el poder y con su Cancillería llegando a su final —hay elecciones generales el año que viene y ha decidido no optar a la reelección—, Merkel tiene ahora margen para actuar con mayor libertad y pensar más en cómo la juzgará la historia, según dijo a Reuters una segundo fuente de alto nivel.

"El plan de revigorizar el compromiso de solidaridad europea durante la presidencia rotativa de la UE, que asumirá Alemania durante seis meses a partir de julio, siempre estuvo ahí", dijo la fuente.

"La crisis del coronavirus ha acelerado esto y subrayado la urgencia de actuar aún más audazmente ahora", añadió.

El banco central alemán espera que la pandemia reduzca las exportaciones en más de un 13% en 2020, mientras que las importaciones sólo se prevé que disminuyan en un 7%.

"Esto en conjunto crea una presión a la baja en el superávit comercial y con ello en el superávit por cuenta corriente", dijo a Reuters el economista jefe del Bundesbank, Jens Ulbrich.

El banco central espera que este último superávit caiga por debajo del 5% del PIB este año, frente a más del 7% en 2019. Sería el nivel más bajo desde 2005 y estaría muy por debajo del máximo del 8,6% alcanzado en 2015.

"Con la recuperación de la economía mundial el saldo volverá a aumentar para 2022, pero sin alcanzar los niveles de los años anteriores", dijo Ulbrich.

La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevén que el superávit se reduzca también, aunque en menor medida.

Por otra parte, tampoco hay certeza de que el reequilibrio alemán vaya a durar más allá de la pandemia.

"El que el efecto sea temporal dependerá en parte del rebote de la demanda mundial de bienes de equipo. La economía china está cambiando hacia un modelo de crecimiento más orientado al consumo, lo cual reducirá la demanda de exportaciones alemanas de manera más duradera", dijo a Reuters Andrew Barker, jefe de la oficina de Alemania del Departamento de Economía de la OCDE.

El gran paquete de estímulo de Alemania, financiado con un nuevo préstamo récord de 218.500 millones de euros, tendrá un claro efecto este año, pero el futuro camino presupuestario no es seguro.

Nora Hesse, asesora económica de la Comisión Europea con sede en Berlín, dijo que es probable que los ahorros alemanes se mantengan altos debido al envejecimiento de su población, mientras que las inversiones del sector público y privado siguen siendo moderadas.

"Por eso la Comisión Europea sigue recomendando a Alemania que aumente sus inversiones en la transformación ecológica y digital de su economía, en la formación y la educación, la investigación y la innovación, así como en la vivienda", dijo Hesse.

Shekhar Aiyar, jefe de la misión del FMI para Alemania, advirtió que la caída del superávit por cuenta corriente podría ser temporal y recomendó a Berlín que continúe con su política fiscal orientada al crecimiento más allá de la crisis actual.

El FMI considera que el superávit se mantendrá por encima del 6% del PIB a medio plazo, apoyado por los crecientes flujos de ingresos por inversiones de grandes activos externos netos, dijo Aiyar.

Por muy sorprendentes que hayan sido los esfuerzos fiscales alemanes para hacer frente a la crisis del coronavirus, Berlín seguirá bajo la presión de los organismos internacionales y de sus vecinos de la zona euro para mantener el rumbo.

"El superávit de Alemania en los últimos años roza el mercantilismo y ha sido una plaga para la economía mundial", dijo a Reuters el economista de la Universidad de Harvard Dani Rodrik, quien no obstante añadió que la respuesta fiscal de Berlín a la crisis ha sido impresionante.

"Especialmente durante la pandemia, Alemania no parece que vaya a contribuir a la recesión en el resto del mundo".

(Información de Michael Nienaber y Rene Wagner; editado por Toby Chopra; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)