El papel de China divide a rusos y estadounidenses en cuanto al desarme nuclear

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Moscú y Washington permanecían en desacuerdo este martes sobre la posibilidad de integrar a Pekín en la reanudación de las negociaciones sobre el futuro del último tratado bilateral de desarme nuclear aún en vigencia.

Los chinos "tienen la obligación de negociar de buena fe con nosotros y los rusos", señaló el representante estadounidense, Marshall Billingslea, quien ya había invitado antes a Pekín a sentarse a la mesa de negociaciones.

Por su firme rechazo a enviar una delegación a Austria, "China no solamente se enfrenta a Estados Unidos y Rusia, sino al mundo entero", prosiguió el representante para asuntos de desarme de Donald Trump.

La insistencia estadounidense por incluir a China "no es realista", replicó su interlocutor ruso en este dosier, el viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Riabkov.

"Y no utilizaremos nuestra influencia sobre China como quieren los estadounidenses", añadió a su regreso de Viena.

No obstante, rusos y estadounidenses prevén continuar las reuniones de expertos, con la posibilidad de una nueva ronda de negociaciones "a fines de julio o principios de agosto", manifestó Billingslea, quien mencionó "discusiones muy productivas" entre ambos países.

El encuentro propuesto para este verano (boreal) prolonga el suspenso respecto al futuro del tratado bilateral New Start, alcanzado en 2010 y que expira a comienzos de 2021, justo inmediatamente después del final del actual mandato de Trump.

Considerado como el último acuerdo nuclear todavía en vigor, muchos observadores temen que pueda pagar el precio de la diplomacia ente estadounidense.

Donald Trump retiró a Estados Unidos de tres acuerdos internacionales en la materia: el del programa nuclear iraní, el tratado INF sobre misiles terrestres de mediano alcance y el tratado Open Skies, cuyo objetivo es verificar los movimientos militares y las medidas de limitación de armamento de los países firmantes.

- ¿China como pretexto? -

Herramienta para un desarme progresivo, el tratado New Start mantiene los arsenales de ambos países muy por debajo del nivel que tenían durante la Guerra Fría, limitando a 700 el número de lanzaderas nucleares estratégicas y a 1.550 el de ojivas nucleares.

Estados Unidos justifica su exigencia de incluir a China a causa de la capacidad nuclear en rápida expansión de Pekín, pese a que Rusia y Estados Unidos aún poseen más del 90% de las armas nucleares que hay en el mundo, de acuerdo al último informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).

Billingslea calificó este martes como un "programa acelerado e inquietante de desestabilización" al desarrollo del arsenal chino, fustigando "el secreto y la no transparencia" que mantiene China al respecto.

Actualmente, Washington posee unas 5.800 ojivas nucleares, Moscú 6.375, en tanto Pekín 320, París 290 y Londres 215, según el Sipri.

China no rechaza discutir sobre el sector nuclear, pero privilegia el marco multilateral, en tanto los estadounidenses insistieron este martes nuevamente en limitar las negociaciones sólo con Pekín y Moscú.

"Queremos un acuerdo trilateral", martilló Marshall Billingslea.

Rusia, que no desea que China se inmiscuya en su cara a cara con Estados Unidos, ha propuesto a Washington renovar el New Start tras su vencimiento.

Una clara señal del deseo de Washington de integrar a China en el debate es que el lunes hizo colocar varias pequeñas banderas chinas en la mesa de nego/mbciaciones en Viena, que sus propios funcionarios retiraron antes de la llegada de la delegación rusa.

smk-jsk/lpt/age