Hong Kong pone fin a su programa de televisión satírico más antiguo

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El programa de televisión satírico más antiguo de Hong Kong terminó el viernes, en plena controversia sobre la futura ley de seguridad nacional, considerada como una amenaza para la libertad de la que goza el territorio semiautónomo chino.

El final de "Headliner", anunciado el 19 de mayo, llega en un momento en que el ejecutivo local lanzó un proyecto para reformar el grupo audiovisual público RTHK, acusado por los pro-Pékin de ser demasiado favorable a la oposición pro-democracia.

Desde hace 31 años, los gags y parodias del programa, a veces muy críticas con las personalidades públicas, irritan al gobierno local.

Sin embargo, tras siete meses de manifestaciones prodemocracia, un 'sketch' sobre la policía supuso un golpe mortal.

En febrero, cuando el nuevo coronavirus apareció en el territorio de Hong Kong, la emisión trató con humor el problema del equipamiento de protección en una escena en la que se veía al policía saliendo de un cubo de basura.

En ese momento los medios de Hong Kong afirmaron que, contrariamente a los habitantes y al personal médico, la policía tenía muchas mascarillas a su disposición.

El 'sketch' provocó centenares de denuncias, entre ellas la del responsable de la policía de Hong Kong.

La autoridad encargada de la comunicación abrió una investigación.

El mes pasado la autoridad reguladora reconoció la base de estas denuncias y estimó que esta escena era "denigrante" y constituía un "insulto" hacia la policía.

También subrayó que comportaba inexactitudes y que no reflejaba la gran diversidad de opiniones.

En un comunicado RTHK pidió disculpas e indicó que "Headliner" difundirá próximamente su último programa.

El anuncio suscitó críticas de los grupos de defensa de los derechos humanos y de los empleados, que estiman que habían cedido a la presión.

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