Werder Bremen trata de salvarse de un histórico descenso

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DÜSSELDORF, Alemania (AP) — No era lo que el Werder Bremen había planificado al tener que retirarse cabizbajo tras perder otro partido, y ver al Bayern Múnich festejar la conquista de otro título de la Bundesliga.

El Werder empezó la temporada con grandes ambiciones, de clasificarse a las copas europeas. En cambio, el cuatro veces campeón de la liga alemana se expone al descenso por primera vez en casi cuatro décadas.

La derrota 1-0 como local ante el Bayern mostró la mejor versión del Werder, un conjunto combativo y tenaz que por poco sustrajo un valioso punto — o algo más — ante el mejor equipo de la liga.

Cuando el Bayern quedó en inferioridad numérica, por la expulsión de Alphonso Davies a 11 minutos del final, el Werder se desbocó al ataque y una providencial atajada de Manuel Neuer ahogó el gol de Yuya Osako que hubiera puesto un 1-1 en el marcador. Al día siguiente, el Fortuna Düsseldorf, otro equipo en peligro de descenso, pudo rasguñar un punto ante un adversario de la zona alta de la tabla, al igualar 2-2 ante Leipzig.

Esto deja al Werder necesitado de sumar puntos en al menos uno de sus últimos dos partidos para no quedar fuera de la máxima categoría por primera vez desde 1981. Su próxima oportunidad para desplazar al Fortuna será el sábado ante Mainz y luego ante Colonia.

El arrebato final del Werder ante el Bayern fue un caso aparte dentro de una temporada marcada por numerosos partidos en los que se acostumbró a derrumbarse en el segundo tiempo y ser muy blando en las jugadas de pelota detenida. Casi un tercio de los 65 goles encajados por Werder en la Bundesliga esta temporada han sido tras córners y tiros libres.

La temporada del Werder arrancó con la expectativa de que Josh Sargent, un delantero estadounidense de 20 años, iba a emerger como figura. Se quería darle una despedida por todo lo alto a Claudio Pizarro, el artillero peruano de 41 años. Tenía a uno de los técnicos de mayor proyección en Florian Kohfeldt, de 37 años.

Poco o nada ha salido bien.

Sargent apenas ha anotado tres goles en 26 partidos, ninguno desde el reinicio de la Bundesliga el mes pasado. Como suplente, Pizarro lleva 16 partidos sin marcar.

La nota positiva ha sido Milot Rashica, el extremo nacido en Kosovo y que lidera al club con siete goles. Descenso o permanencia, se da por hecho que Rashica se irá a un club más grande al abrirse el mercado de pases.

La pandemia de coronavirus ha alejado a la afición de los estadios de Alemania, pero el conflicto entre los hinchas del Werder y sus dirigentes sigue al rojo vivo. Las barras del club no están contentas con el plan de vender los derechos del nombre de su estadio de 73 años de existencia, el Weserstadion.

Desde que el acuerdo se anunció el año pasado, los carteles del patrocinador Wohninvest han sido robados o dañados. Un grupo de aficionados colgó una manta negra en diciembre para obstruir la vista desde el palco de la compañía en el estadio.

El fútbol alemán está acostumbrado al declive de sus clubes históricos. El Bayern y Borussia Dortmund siguen marcando el paso, pero los Hamburgo y Stuttgart ahora juegan en la segunda división. El Kaiserslautern está en tercera y recién se declaró en bancarrota.

Si el Werder no se sacude en las últimas jornadas, se sumará a la lista de grandes que se despiden del escenario principal.