Madrid, París, Londres y Roma replican a EE.UU. que quieren una tasa digital

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El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire. EFE/EPA/LUDOVIC MARIN/Archivo
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire. EFE/EPA/LUDOVIC MARIN/Archivo

París, 18 jun (EFE).- España, Francia, Reino Unido e Italia replicaron este jueves a la retirada de Estados Unidos de la mesa de negociaciones de la OCDE para establecer una fiscalidad internacional para los grandes digitales reafirmando su voluntad de que se imponga rápidamente una imposición a esas empresas.
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, explicó este jueves en una entrevista a la emisora "France Inter" que esos cuatro países europeos han respondido inmediatamente al mensaje del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, en el que les indicaba que "no quieren continuar las negociaciones en la OCDE sobre la imposición digital".
En esa respuesta, Madrid, París, Londres y Roma confirman que quieren "una imposición justa de los gigantes digitales en la OCDE lo más rápidamente posible".
Le Maire consideró que la retirada de Estados Unidos de la mesa de negociaciones "es una provocación" en primer lugar porque "estábamos a unos centímetros de un acuerdo", pero también por el trato que da a esos cuatro países "aliados" al "amenazarlos sistemáticamente con sanciones".
El ministro francés aseguró que este año en su país los gigantes digitales tendrán que pagar impuestos y que hay dos alternativas.
Bien se llega a un compromiso internacional, que es lo que se ha estado intentando en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), bien Francia aplicará su propio impuesto nacional que se había suspendido, pero no retirado, en espera del resultado de esas negociaciones multilaterales.
Le Maire aseguró que hay muchos otros países que seguirán el mismo camino y justificó la pertinencia de esa tasa precisamente ahora cuando "los gigantes digitales han sido los únicos del mundo que han sacado inmensos beneficios de la crisis del coronavirus".
Más de 130 países y territorios han estado discutiendo durante meses sobre la fiscalidad de la actividad digital para gravar a las multinacionales en el lugar en donde tengan sus clientes, aunque no dispongan allí de presencia física con el objetivo de concretar un acuerdo antes de finales de 2020.