Las tensiones entre EEUU y China se mantienen pese a encuentro diplomático en Hawái

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Washington presionó este miércoles a China sobre su trato a la minoría musulmana uigur y a Hong Kong, coincidiendo con un encuentro entre el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, y un alto funcionario de Pekín en Hawái para atenuar las crecientes tensiones bilaterales.

Pompeo se reunió durante casi nueve horas con Yang Jiechi, un veterano funcionario del Partido Comunista, en una base militar de Honolulu, informó el Departamento de Estado.

Se trata del primer encuentro de alto nivel entre las dos potencias desde el inicio de la pandemia de coronavirus, cuya responsabilidad el presidente Donald Trump ha intentado atribuir a China, convertida cada vez más en su blanco preferido de cara a las elecciones estadounidenses de noviembre.

Al parecer fue Yang quién solicitó la reunión, que se celebró sin anuncios formales y sin medios de comunicación.

El periódico estatal chino People's Daily, dijo que las conversaciones fueron "constructivas". "Ambos lados acordaron seguir manteniendo el contacto y la comunicación", dijo.

Estados Unidos indicó que Pompeo dijo a Yang que los dos países necesitan "tratos completamente recíprocos".

"También hizo hincapié en la necesidad de una total transparencia e intercambio de información para combatir la actual pandemia de covid-19 y prevenir futuros brotes", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.

Mientras los dos diplomáticos se encontraban en Hawái, Estados Unidos presionó a China en dos cuestiones espinosas.

Trump promulgó una ley para sancionar a funcionarios chinos por la detención de más de un millón de uigures y otros musulmanes turcos en el país asiático.

Una decisión rechazada rápidamente por Pekín, que denunció "un ataque mezquino" contra China y amenazó con represalias.

Pompeo ha publicado además este miércoles un comunicado con sus homólogos del G7 sobre la situación en Hong Kong.

Los ministros de Exteriores de ese grupo -formado por Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón- mostraron su "grave preocupación" por la intención de China de aplicar una ley para castigar las actividades separatistas, "terroristas", la subversión o incluso la interferencia extranjera en ese territorio autónomo.

"Instamos encarecidamente al gobierno de China a reconsiderar su decisión", dice el comunicado del G7.

También a eso respondió el país asiático. Yang afirmó que China "rechaza firmemente el comunicado realizado por los ministros de Relaciones Exteriores del G7 sobre asuntos relacionados con Hong Kong", según una nota del Ministerio chino de Relaciones Exteriores.

- Hostilidad marcada por las elecciones -

Con un presidente criticado por su gestión de la pandemia, el Partido Republicano estadounidense lleva semanas señalando a China como el mayor culpable de la propagación del virus, antes de las presidenciales de noviembre.

Pero un libro del exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, cuya publicación está tratando de bloquear la administración de Trump, cuenta una historia distinta.

Según pasajes de la obra publicados por la prensa estadounidense, Trump le pidió a su homólogo chino, Xi Jinping, ayuda para lograr su reelección.

Bolton afirma además, según un extracto publicado por The Washington Post, que Xi explicó por qué China construía campos de concentración para los uigures a Trump, que contestó que eso era "exactamente lo que había que hacer".

Activistas pro derechos humanos dicen que China está sometiendo a las minorías en el marco de una campaña de lavado de cerebro con pocos precedentes modernos. Pekín dice que son centros de educación vocacional, una alternativa al extremismo islámico.

Susan Thornton, una diplomática de carrera que se desempeñó anteriormente como la principal funcionaria del Departamento de Estado en Asia Oriental en la administración Trump, dijo que los líderes estadounidenses y chinos pueden "salvar vidas conjuntamente y salvar las economías" de ambos países.

"Espero que esta reunión reduzca las tensiones, y sospecho que es por eso que los chinos la propusieron, pero soy escéptica en cuanto a que vaya a dar resultado", dijo Thornton, ahora docente en la Universidad de Yale.

"Me parece que hablar de la rivalidad entre Estados Unidos y China en este contexto (de la pandemia) está fuera de contacto con la realidad que enfrentan las personas", señaló.

- ¿"Polemista" al rescate? -

Pompeo, aliado incondicional de Trump al que se le atribuyen aspiraciones presidenciales propias, ha estado a la cabeza de las denuncias contra China, a la que acusa de ser "verdaderamente hostil" con Estados Unidos y de "imponerse implacablemente el comunismo".

El excongresista conservador ha tomado la delantera en la promoción de una teoría, desmentida por los principales científicos, de que el nuevo coronavirus salió de un laboratorio chino.

Michael Swaine, un destacado académico estadounidense especializado en China, dijo que Pompeo es "la peor persona" para disminuir las tensiones.

"Ha demostrado que no entiende nada de China, y es principalmente un polemista", escribió en Twitter el investigador principal del Carnegie Endowment for International Peace.

"Hacer declaraciones ideológicas como si constituyeran diplomacia o algún tipo de estrategia es simplemente vergonzoso para Estados Unidos", sostuvo.

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