Brote en Pekín alcanza casi 100 casos y pone a prueba a China

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(Bloomberg) -- China está apresurándose para controlar un nuevo brote en Pekín que alcanzó casi 100 contagios durante el fin de semana, la mayor prueba a la estrategia de contención de coronavirus del país desde que el patógeno surgió por primera vez en Wuhan.

Las autoridades están recorriendo los complejos habitacionales y llamando a las puertas para preguntar a los residentes si han visitado o tenido contacto con alguien que haya visitado el mercado de frutas y verduras más grande de la ciudad, Xinfadi, donde se cree que se originó el nuevo brote.

Durante el fin de semana en el distrito de Xicheng, donde se encontró el primer caso del nuevo brote, las personas hicieron fila a altas horas de la noche en un estadio deportivo que se utilizó como centro de pruebas. Ahora, los casos se propagaron a otro mercado y más de veinte complejos residenciales en toda la ciudad fueron confinados el lunes.

Las escuelas primarias hasta tercer grado retrasaron la reanudación de las clases y se alentó a los estudiantes de secundaria a estudiar desde casa. Algunas compañías indicaron a sus empleados que trabajen desde casa, los complejos de viviendas aumentaron los controles de seguridad y las piscinas fueron cerradas.

“El riesgo de propagación del virus es muy alto y se necesitan medidas resolutivas y decisivas para evitar una mayor propagación”, dijo el viceprimer ministro, Sun Chunlan, durante una reunión del consejo estatal el domingo, informaron los medios estatales.

El abrupto resurgimiento de los casos en la capital de más de 20 millones de habitantes amenaza con interrumpir la normalización de la vida cotidiana y los negocios, que tanto costo volver a abrir, después de que China contuviera su primera epidemia hace meses. El brote en Pekín, el centro cultural y político de China donde residen las élites empresariales y los líderes políticos, podría ser un ajuste de cuentas para la estrategia de control del agresivo virus del gigante asiático.

Si bien China contuvo los brotes en sus regiones central y noreste a través de cuarentenas opresivas, nunca ha tenido un brote significativo en una ciudad importante hasta ahora. Ya hay signos de vacilación para imponer las medidas costosas y perjudiciales que China utilizó en otros lugares: mientras que las conexiones de transporte se interrumpieron rápidamente en las provincias del noreste cuando surgió un nuevo foco de contagios el mes pasado, los vuelos nacionales y los servicios de trenes de Pekín seguían funcionando sin interrupción hasta el lunes en la mañana.

Pero con la probabilidad de que aumenten los nuevos casos a medida que se inicien las pruebas masivas, una escalada de las restricciones en la capital podría ocurrir rápidamente.

“Una posibilidad es que se identifiquen más infecciones en toda la ciudad en los próximos días y se implemente una cuarentena en toda la ciudad durante unas pocas semanas”, dijo Ben Cowling, jefe de división de epidemiología y bioestadística de la Universidad de Hong Kong. “Los bloqueos en China pueden ser muy efectivos debido a la infraestructura que permite limitar que las personas salgan de sus hogares, pero al mismo tiempo garantizar que tengan suficientes alimentos y otros elementos esenciales”.

El nuevo brote está reavivando los temores de que la pandemia, que ha enfermado a más de 7,8 millones de personas y ha matado a más de 430.000 personas en todo el mundo, no esté cerca de llegar a su fin. Los contagios en la capital de Japón, Tokio, también están en alza, mientras que en Estados Unidos, estados como el de Florida informan un crecimiento récord de casos.

Temores a la comida congelada

Los 79 casos confirmados detectados hasta ahora en Pekín han sido comerciantes o visitantes del mercado de Xinfadi y sus familiares. Zhang Yuxi, presidente del mercado, dijo el viernes que el virus fue rastreado hasta una tabla de cortar utilizada por un vendedor de salmón importado en el mercado, pero los funcionarios siguen desconcertados sobre los orígenes del nuevo grupo de contagios.

La secuenciación del genoma del virus apunta a que su origen es Europa y el nuevo brote podría haberse originado a partir de mariscos o carne contaminada que se importó a China, dijo Yang Peng, investigador del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Pekín, en una entrevista en la televisión estatal CCTV el domingo.

Wu Zunyou, el experto principal de dicho centro en China, aconsejó a los residentes de Pekín que no compren productos agrícolas importados o alimentos congelados. Dijo que el virus puede sobrevivir en la superficie de los alimentos congelados por hasta tres meses y la entidad tiene “importantes sospechas” de que los productos contaminados sean la fuente del último brote.

El mercado, que suministra 80% de los productos agrícolas de Pekín, se cerró el sábado para desinfección, mientras que más de 10.000 comerciantes y empleados serán sometidos a pruebas. Varios vecindarios en Pekín, incluido el distrito financiero que alberga la sede de los bancos y firmas financieras más grandes de China, han elevado su nivel de riesgo de bajo a medio.

El subdirector del distrito que alberga el mercado mayorista y el gerente general del mercado fueron despedidos.

“Puedo sentir el pánico aunque vivo bastante lejos del mercado”, dijo Cathy Liu, de 26 años, que es residente de Pekín y se desempeña como analista de propiedad intelectual. “El origen desconocido lo hace aún más aterrador. No podemos descartar la posibilidad de un gran brote en Pekín”.

Nota Original:Beijing Outbreak Grows to Nearly 100 Cases in Test for China (1)

©2020 Bloomberg L.P.