Arrestan a militantes bolsonaristas por ataques a la democracia en Brasil

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En la imagen, la militante brasileña Sara Winter. EFE/Joédson Alves/Archivo
En la imagen, la militante brasileña Sara Winter. EFE/Joédson Alves/Archivo

Río de Janeiro, 15 jun (EFE).- La Corte Suprema de Brasil ordenó este lunes el arresto de seis militantes de movimientos radicales que apoyan al presidente Jair Bolsonaro acusados de haber liderado manifestaciones antidemocráticas en los últimos días, informaron fuentes oficiales.
Uno de los mandatos de detención fue dictado contra Sara Winter, una conocida militante bolsonarista muy activa en las redes sociales y que fue detenida en la mañana de este lunes en Brasilia por agentes de la Policía Federal.
La institución no divulgó el nombre de los otros cinco militantes contra los que se dictaron las órdenes de arresto ni confirmó si los había localizado y detenido.
Las detenciones fueron ordenadas por el magistrado Alexandre de Moraes, uno de los miembros del Supremo Tribunal Federal (STF), a petición del vicefiscal general de la República Humberto Medeiros, en el marco de un proceso sigiloso que investiga actos antidemocráticos promovidos por grupos bolsonaristas en los últimos días.
En tales manifestaciones, a algunas de las cuales acudió el propio jefe de Estado en Brasilia, los militantes defienden mensajes antidemocráticos como el cierre del Congreso y de la Corte Suprema, así como una "intervención militar".
El líder ultraderechista ha criticado a los militantes que insisten en llevar letreros y entonar cánticos antidemocráticos en medio de manifestantes de sus seguidores y asegura que se trata de minorías.
Sara Winter, cuyo arresto tuvo amplia repercusión en los medios, se dice líder del grupo autodenominado "300 de Brasil", que mantuvo durante algunas semanas un campamento de bolsonaristas en la Plaza de los Tres Poderes, la plazoleta que separa en Brasilia las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.
La militante admitió que algunos de los miembros del campamento estaban armados y que defienden una "intervención" de los militares en Brasil para permitir que Bolsonaro pueda gobernar sin las amarras del Congreso y la Justicia.
El mismo sábado, luego de que la Policía desmontara el campamento, unos 20 militantes llegaron a invadir una de las terrazas del Congreso y dispararon fuegos de artificio contra la sede del Supremo Tribunal Federal.
Winter, que también es investigada en otros procesos, incluyendo uno abierto por la Corte Suprema para identificar autores de "fake news" contra ese tribunal, divulgó en sus redes sociales un video en el que amenaza al magistrado Alexandre de Moraes y promete convertir su vida en un infierno.
La militante se había hecho famosa en Brasil como integrante de un movimiento feminista favorable al aborto y en la época llegó a denunciar a Bolsonaro por sus posiciones machistas, pero después pasó a ser activista de movimientos evangélicos y más recientemente de los ultraderechistas.
El domingo, la Policía Civil de Brasilia ya había detenido a otro conocido militante bolsonarista, Renan Sena, que fue identificado como uno de los miembros del grupo que lanzó fuegos de artificio contra la sede de la Corte Suprema.
Sena, que hasta hace pocas semanas ejercía como funcionario del Ministerio de Derechos Humanos, integró igualmente el grupo de radicales que acampó en la Plaza de los Tres Poderes y es investigado por agredir a unos enfermeros que participaban allí en un acto de protesta contra Bolsonaro.
El activista fue liberado el mismo domingo debido a que su detención se produjo en el marco de otra investigación, por ofensas a diferentes autoridades, pero la Policía no aclaró si también está en la lista de militantes con detención ordenada este lunes.
Tras ser impedido de hacer manifestaciones frente a la Presidencia, el pequeño grupo de simpatizantes del jefe de Estado en Brasilia acudió el domingo a una protesta frente a la sede del Comando del Ejército con pancartas como "SOS Fuerzas Armadas" e "Intervención militar con Bolsonaro en el poder".
Esta vez, el capitán de la reserva del Ejército no compareció, pero sí lo hizo, sin mascarilla, el ministro de Educación, Abraham Weintraub, investigado en el Supremo por la difusión de noticias falsas en Internet y por racismo contra el pueblo chino.
Bolsonaro, cuyo Gobierno tiene un marcado acento militar y es un nostálgico de la última dictadura militar (1964-1985), mantiene un pulso con los poderes Legislativo y Judiciario, que han suspendido o matizado algunas de sus más polémicas medidas, como la liberación de armas a la población civil.
El mandatario recordó el viernes en una nota oficial que las Fuerzas Armadas están bajo "su autoridad suprema", según dicta la Constitución, y que estas "no cumplen órdenes absurdas", como "la toma del poder", ni tampoco aceptan "tentativas" por parte de otros poderes basadas en "juicios políticos".
La declaración se produjo poco después de que un juez del Supremo delimitara en una sentencia las funciones de los militares.