Unión Europea y Estados Unidos analizan relaciones estratégicas

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La Unión Europea se ve obligada a revisar su estrategia internacional debido a los cambios de la diplomacia de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, en particular con respecto a China, los organismos internacionales y la presencia militar en Europa.

Las entrevistas previstas con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, el lunes y el ministro de Defensa, Mark Esper, el jueves en la OTAN serán "un momento importante para la relación transatlántica", indicó un responsable dimplomático europeo.

- "Tercera vía" -

La videoconferencia de los ministros de Relaciones Exteriores europeos con Mike Pompeo el lunes va a permitir analizar "todos los desafíos sobre los cuales los europeos y los estadounidenses tienen puntos de vista convergentes o posiciones diferentes", indicó ese diplomático de alto rango.

La agresividad de la relación con China, las tensiones provocadas en Oriente Medio por el apoyo estadounidense a la política da anexiones de Israel, el retiro de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en plena batalla contra la pandemia de covid-19, las medidas de retorsión contra la Corte Penal Internacional (CPI) serán discutidos, indicó la fuente.

la Unión Europea se pronunció sobre cada punto a través del español Josep Borrell, Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.

El jefe de la diplomacia europea multiplicó condenas y advertencias sin lograr superar las divisiones que existen en la Unión Europea.

Muchas de sus declaraciones no son apoyadas por el conjunto de los 27 países y tanto Estados Unidos como China intentan acentuarlas, reconoce un diplomático europeo.

"La Unión Europea es un actor en busca de una identidad. Todavía no sabe qué papel quiere cumplir", confiesa Josep Borrell.

La UE "debe inventar una tercera vía, hecha de firmeza en la defensa de nuestros intereses y de nuestros principios fundamentales y de apertura a un verdadero diálogo multilateral. Una tercera vía que no sea ni la guerra fría ni la complacencia ingenua", dice por su parte el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves le Drian.

Las últimas decisiones de Donald Trump sacudieron las certezas europeas de muchos países con relación al amigo estadounidense.

En muchas capitales, desde Madrid hasta Berlín, se interrogan sobre la realidad de la protección estadounidense, en la cual los países del este siguen creyendo firmemente.

La decisión de retirar una parte de las tropas americanas estacionadas en Alemania cayó como una ducha de agua fría en Berlín.

El ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, dijo que era un duro golpe para las relaciones germano-americanas y un riesgo potencial para la seguridad europea.

Se espera que el jefe del Pentágono, Mark Esper, intente calmar los espíritus en la videoconferencia que tendrá el jueves con los ministro de Defensa de los países de la OTAN.

El retiro estadounidense no sorprende a muchos de sus aliados.

"Donald Trump está revisando todos los compromisos militares estadounidenses en el mundo, buscando de donde puede irse", afirma un diplomático occidental que pidió reserva sobre su identidad.

Cada vez que se retira de un país, Estados Unidos pide que la OTAN tome el relevo y sus aliados incrementen su presencia.

- Sin pelearse con Washington -

Franceses y alemanes no aprecian esa política.

"No se trata de aumentar el compromiso de Alemania para sustituir a las tropas estadounidenses", advirtió en febrero Annegret Kramp-Karrenbauer, ministra alemana Defensa, en la última reunión presencial de ministros de Defensa de la OTAN en la sede de la Alianza en Bruselas.

Pero a nadie le interesa una pelea con Washington. La retirada de Alemania se analiza como un golpe de Donald Trump en período electoral. Este anuncio, contrariamente a lo que algunos esperan, no acelerará la Europa de la Defensa, sostiene Judy Dempsey de Carnegie Europe.

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