Salones cerrados privan a las kuwaitíes de su espacio social

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Warda es una maestra de 37 años cuya familia solo le permite ir a dos lugares: el trabajo y el salón de belleza, su única actividad social antes de que las restricciones por el nuevo coronavirus lo cerraran.

Desde que los salones en todo el país cerraron sus puertas hace tres meses para frenar la propagación de la pandemia, ha estado deprimida y frustrada, ya que extraña hablar y relajarse en esos lujosos lugares.

"Soy de una familia conservadora y no salgo mucho, pero voy al salón para divertirme. No se imaginan lo bien que me lo solía pasar allí", dice Warda a la AFP. "Espero pacientemente que se vuelva a abrir. No puedo imaginar mi vida sin él", añadió.

Aunque la sociedad kuwaití es una de las más abiertas en el Golfo y suele verse a mujeres en altos cargos gubernamentales, algunas familias tradicionales imponen restricciones.

Esto significa que muchas mujeres no pueden ir solas a centros comerciales, cafeterías ni hacer ejercicio.

Pero en cambio, los salones de belleza, generalmente administrados exclusivamente por mujeres, suele ser una forma de romper la rutina del trabajo y el hogar.

Los salones son un equivalente del tradicional "diwaniya", el encuentro tradicional de los hombres para conversar, tomar café y fumar shisha.

- Masajes y manicuras -

Es raro encontrar un edificio en los distritos comerciales de Kuwait sin un salón o dos.

Adiba al-Wadi, propietaria de dos en la zona de Al Fintas, al sur de la ciudad de Kuwait, dice que frecuentar salones se ha convertido en "una forma de vida".

El rico emirato petrolero tiene un ingreso per cápita de más de 70.000 dólares al año (unos 62.000 euros), uno de los más altos del mundo, lo que garantiza un estilo de vida lujoso para muchos ciudadanos.

Los locales solo representan alrededor de un tercio de la población de cinco millones, la mayoría de ellos en puestos gubernamentales bien remunerados, lo que significa que muchas mujeres pueden pagar servicios regulares y de alta gama.

"Algunas mujeres kuwaitíes van a los salones al menos dos o tres veces por semana para recibir servicios de belleza, conversar y tomar un café", dice a la AFP una mujer que ahora vive en Emiratos Árabes Unidos.

Los salones de cinco estrellas suelen ofrecer servicios que van desde el cuidado del cabello, la piel y las uñas hasta masajes, baños marroquíes y jacuzzis.

Algunas de las principales 'influencers' de las redes sociales del Golfo son kuwaitíes, como la propietaria del salón de belleza y la marca Fouz al Fahad y bloguera de moda Dalal al Doub, que tiene unos 2,7 millones de seguidores en Instagram.

- Lujo a domicilio -

Las kuwaitíes que echan de menos estos lugares de socialización tendrán que esperar hasta septiembre a que se reabran con restricciones por el coronavirus, que ha infectado a 34.000 personas de las que 279 han muerto.

La pandemia ha afectado a muchos negocios que han tenido que suspender o despedir a trabajadores.

Muchas mujeres, que se niegan a prescindir de estos servicios, querían tratamientos a domicilio, dijo Wadi.

"He recibido muchas llamadas y mensajes de clientes que desean que brindemos servicios en sus hogares, pero tuve que disculparme porque actualmente no está permitido", dice.

Además, después de un cierre tan largo, Wadi no espera que los salones vuelvan a ser puntos de acceso social debido a las nuevas medidas preventivas, entre las que se encuentra la exigencia de cita previa.

"Creo que solo los servicios realmente necesarios empujarán a las kuwaitíes a ir a los salones en el futuro", dijo. "Ya no será un placer".

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