La República Democrática del Congo conmemora la "Guerra de los Seis Días"

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La República Democrática del Congo conmemora los 20 años de la "Guerra de los Seis Días", una lucha en Kisangani entre los ejércitos de dos países vecinos, Uganda y Ruanda, que provocó cientos de muertos entre civiles congoleños atrapados entre los combates.

A falta de conmemoraciones oficiales, casi inexistentes, un documental seleccionado en Cannes y algunas peticiones de indemnización tratan de salvar del olvido este episodio de la guerra.

La RDC fue devastada por dos guerras entre 1998 y 2003. El país fue partido en dos. Ruanda, Uganda y las fuerzas rebeldes ocupaban la mitad norte y este.

En junio de 2000, la RDC fue el campo de batalla de un conflicto que movilizó a varios países africanos.

Con el apoyo de nuevos aliados (Angola, Zimbabue, Namibia) el presidente Laurent-Desiré Kabila despidió a sus antiguos socios, Uganda y Ruanda, que le habían ayudado a derrocar al dictador Mobutu Sese Seko en 1997.

Pero Kabila solo controlaba el oeste de la RDC, el país más grande de África subsahariana (2,3 millones de km2). Directamente o a través de milicias, Uganda, dirigida por Yoweri Museveni, y Ruanda, por Paul Kagame, dominaban el resto del país, con un subsuelo muy rico en minerales esenciales para la floreciente industria de la telefonía móvil.

Del 5 al 10 de junio de 2000, las fuerzas de Uganda y de Ruanda combatieron entre sí en la ciudad productora de diamantes de Kisangani, una de las cinco más grandes del país.

Al igual que en Kivu e Ituri, los civiles quedaron atrapados en las garras de un conflicto que causó entre 244 y 760 muertos, heridos (unos 1.000) y desplazados, además de destruir cientos de edificios.

- Cadáveres en las calles -

"Los días siguientes, recuerdo los cadáveres que cubrían las calles, devorados por los perros, el mal olor, el dolor de nuestros vecinos, la alegría entre los que estaban vivos", escribió un adoleceste de Kisangani, el cineasta congoleño Dieudo Hamadi, entonces quinceañero.

Su película "En el camino hacia los mil millones" forma parte de la selección oficial del Festival de Cannes 2020, presentada el miércoles a pesar de que fue anulado debido al coronavirus.

Dieudo Hamadi se interesó por la Asociación de Víctimas de la Guerra de los Seis Días, que reclama una indemnización por los daños sufridos.

En 2005 la Corte Internacional de Justicia (CIJ) condenó a Uganda a "reparar el perjuicio" causado en el Congo "por la lucha armada y el saqueo de los recursos naturales".

Más allá de la Guerra de los Seis Días, Uganda fue condenada por haber "ocupado Ituri" desde 1998 y apoyado "activamente" a las milicias y grupos armados.

Veinte años después, la RDC sigue si percibir un céntimo de los 10.000 millones de dólares que pidió en concepto de daños y perjuicios.

Con motivo del 20º aniversario de la batalla de Kisangani, el premio Nobel de la Paz 2018, Denis Mukwege, pidió a las autoridades congoleñas que "continúen las negociaciones con Uganda" para aplicar la sentencia de 2005.

- Heridas abiertas -

El ginecólogo congoleño también quiere un "diálogo sincero con Ruanda" y el establecimiento de un "Tribunal Penal Internacional para la RDC".

En Kisangani, el gobernador provincial Louis-Marie Wale prometió que "se hará justicia" en una ceremonia el viernes en un cementerio donde están enterradas algunas víctimas.

"Nuestras heridas aún no han cicatrizado. No sentimos una implicación efectiva del Estado congoleño para reparar lo que sucedió en Kisangani hace 20 años", lamentó José des Chartes Menga, periodista y portavoz de una oenegé local.

"Será difícil indemnizar a cada familia. Hay reparaciones simbólicas que se pueden hacer: se puede construir un hospital, una escuela o incluso un monumento en memoria de las víctimas", reconoció Pierre Kibaka, presidente de otra organización de derechos humanos.

La RDC mantuvo relaciones tensas con Ruanda y Uganda hasta 2018, durante el mandato del presidente Joseph Kabila, quien sucedió a su padre asesinado en enero de 2001.

El nuevo presidente Felix Tshisekedi, investido en enero de 2019, visitó Kigali y Kampala para mejorar las relaciones.

Pero buena parte de la opinión pública congoleña sospecha que sus dos vecinos, sobre todo Ruanda, quieren "balcanizar" el este de la RDC.

Ahora Kisangani vive en paz, a diferencia de las provincias vecinas de Ituri y de las dos Kivus. "Casi 1.300 civiles han muerto en distintos conflictos entre grupos armados y el ejército congoleño en los últimos ocho meses", denunció la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

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