En el Reino Unido, las personas sin hogar temen volver a la calle

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Miles de personas sin hogar del Reino Unido que fueron confinadas en hoteles vacíos gracias a un programa gubernamental contra el coronavirus temen ahora tener que volver a vivir en la calle.

Igual que Lisa, una mujer de unos treinta años que vivía en la calle, 15.000 personas recibieron un alojamiento de urgencia desde marzo gracias a un plan del gobierno conservador para enfrentarse a la propagación del virus.

Hasta ahora Lisa, que sufre de una enfermedad crónica, dormía de vez en cuando en los refugios de la asociación Glass Door. "Poder dormir en una cama era como estar el séptimo cielo", explica a la AFP por teléfono.

Pero el gobierno británico empieza a flexibilizar el confinamiento que impuso en marzo y Lisa está preocupada porque su habitación de hotel solo está reservada hasta junio.

El programa del gobierno le dio "esperanza" de que las cosas puedan cambiar. "Cuando estás en la calle tienes la impresión que nunca se terminará".

"Confío en las asociaciones, no nos pondrán otra vez en la calle", dice, "pero si tenemos que volver al mismo tipo de vivienda temporal que antes la historia se repetirá".

- "El tiempo apremia" -

El nuevo coronavirus ya mató a más de 40.000 personas en el Reino Unido y las asociaciones piden al gobierno que aclare qué quiere hacer con las personas sin hogar, especialmente vulnerables a la enfermedad.

"Devolver la gente a la calle no debería ser una opción pero el tiempo apremia para encontrar alternativas", dice Lucy Abraham, responsable de Glass Door.

Hay "historias increíbles de personas que aprovecharon realmente esta oportunidad y demostraron que podían cuidarse de un alquiler", dice a la AFP Balbir Chatrik, de la asociación para jóvenes sin hogar Centrepoint.

"Pero otros muchos necesitan un apoyo intensivo que solo puede ir de la mano de una vivienda estable".

La severa crisis económica provocada por la pandemia y las numerosas destrucciones de empleo también podrían aumentar el número de personas sin hogar que necesitan planes de ayuda más importantes, según las asociaciones.

En una carta al gobierno, se felicitan de las medidas pero creen que "habrá que hacer más", teniendo en cuenta además que no se puede descartar una segunda ola de contagios.

- "Obligación moral" -

Tras años de austeridad y de recortes de los fondos del gobierno a las administraciones locales, responsables de la vivienda, el Reino Unido se enfrenta a la escasez de alquileres de precio moderado.

En consecuencia el número de personas sin domicilio fijo aumentó un 141 % en los últimos diez años, según las asociaciones.

Durante una campaña para las elecciones legislativas de diciembre en las que se impuso, el primer ministro conservador Boris Johnson se comprometió a poner fin a los problemas de alojamiento en cinco años, gracias a un programa de 650 millones de libras (823 millones de euros)

Un compromiso reiterado por el ministro de Vivienda, que anunció la aceleración de la construcción de 6.000 nuevas viviendas, de ellas más de la mitad el próximo año.

"Este gobierno no quiere que nadie vuelva a dormir en la calle y ahora tenemos una oportunidad real de poner en marcha esta obligación moral", dijo.

El viernes el ministro prorrogó hasta agosto la prohibición de las expulsiones.

Una medida insuficiente, según las asociaciones que ayudan a los sin hogar, que apuntan por ejemplo que los presos liberados recientemente no pudieron acceder a una habitación de hotel.

Jasmine Basran, de la asociación Crisis, teme también que el acceso a las ayudas del gobierno vuelva a estar condicionada por el estatuto migratorio de los sin hogar.

"Hay gente a quién les niegan esta ayuda a pesar de que la pandemia continúa", denuncia "y les pone en una situación muy peligrosa".

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