Muertes aumentan en poblaciones indígenas de Brasil mientras el virus avanza

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Por Anthony Boadle y Stephen Eisenhammer

BRASILIA/SAO PAULO, 4 jun (Reuters) - El coronavirus se está propagando rápidamente entre las poblaciones indígenas de Brasil, donde las muertes causadas por la enfermedad aumentaron más de cinco veces en el último mes, según datos recopilados por una asociación nacional de pueblos originarios.

Muchos epidemiólogos esperaban que los lugares remotos donde se encuentran estos grupos los pudieran proteger, pero el virus, que se extendió primero en las grandes capitales de Brasil, Sao Paulo y Río de Janeiro, está devastando cada vez más estas comunidades remotas donde la atención médica básica a menudo es precaria.

Para muchos indígenas, se trata de una situación que se remonta a un pasado oscuro.

Cuando los europeos navegaron por primera vez los ríos de la selva amazónica, la viruela diezmó las tribus locales. Más tarde, los recolectores de caucho, los mineros de oro y los colonos llevaron malaria, sarampión e influenza. Ahora es el COVID-19.

Las muertes entre las poblaciones indígenas de Brasil aumentaron a 182 el 1 de junio, desde el 28 a finales de abril, según la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), una asociación que reúne a las 305 etnias del país.

En la aldea de Sororó, en el sureste de Pará, el miembro de la etnia Itamaré Surui dijo que la gente se estaba enfermando, pero el gobierno no había proporcionado test para confirmar si tenían COVID-19.

"Me siento mareado por la fiebre y los dolores de estómago. Muchos están enfermos en el pueblo y no tenemos ayuda", dijo.

Las cifras oficiales proporcionadas por el gobierno de Brasil sitúan el número de muertos en 59, ya que solo clasifican las muertes indígenas como las que ocurren en reservas, pero no las de aquellos que han emigrado a las ciudades.

El Ministerio de Salud de Brasil, que recopila los datos y brinda asistencia médica a las etnias indígenas, no respondió de inmediato una solicitud de comentarios.

Los números pueden ser pequeños en comparación con el resto de Brasil, que actualmente tiene el segundo brote más grande del mundo, pero son significativos porque muestran que el virus llegó a comunidades vulnerables donde los médicos temen que la propagación sea devastadora.

SUBREGISTRO DE CASOS

Erik Jennings, un médico que trabaja con poblaciones indígenas, dijo que el número de muertos proporcionaba una instantánea de lo que sucedía semanas atrás, debido a un subregistro de casos y al tiempo que pasa antes de que un paciente fallezca.

"La realidad de hoy es mucho peor", dijo, y agregó que la falta de test dificultaba saber exactamente qué tan mala era la situación.

La Organización Panamericana de la Salud dijo el martes que estaba muy preocupada por la tasa de contagio entre las poblaciones indígenas de la Amazonía.

Douglas Rodrigues, otro médico que ha trabajado con indígenas durante 30 años, dijo que temía por las etnias en la selva del estado de Amazonas, donde los únicos hospitales públicos equipados con ventiladores se encuentran en Manaus, la capital, y están llenos.

"En Amazonas, la enfermedad es una sentencia de muerte", dijo.

La primera reserva indígena de Brasil, el Parque Xingu donde viven 16 etnias y donde vive Rodrigues, bloqueó el acceso a las personas de fuera y hasta ahora no ha tenido casos de COVID-19. "Pero el peligro es grande porque la contaminación está cerca", dijo.

Las únicas unidades de cuidados intensivos en el vasto estado de Amazonas también se encuentran en Manaus, donde la semana pasada se abrió un ala para pacientes indígenas con COVID-19.

Pero incluso allí el acceso para los indígenas es complicado. El miércoles, las mujeres indígenas protestaron fuera del hospital porque no se permitía la entrada de chamanes y no podían llevar medicinas naturales a un familiar con COVID-19. (Reporte de Anthony Boadle y Stephen Eisenhammer, editado en español por Daniela Desantis)