Oleoducto de Ecuador deja de operar un mes después de ser reparado por una rotura

Compartir
Compartir articulo
Trabajadores colocan esponjas absorventes en donde se produjo un derrame de petroleo del Oleoducto Transecuatoriano (SOTE). EFE/José Jácome/Archivo
Trabajadores colocan esponjas absorventes en donde se produjo un derrame de petroleo del Oleoducto Transecuatoriano (SOTE). EFE/José Jácome/Archivo

Quito, 3 jun (EFE).- El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), que transporta el grueso de la producción petrolera de Ecuador, dejó este miércoles de operar, a un mes de haber sido reparado tras una fuerte rotura ocurrida el pasado 7 de abril.
La operación fue suspendida hoy luego que se detectara un nuevo socavón en el cauce de un río que corre junto a la tubería, en un sector montañoso de la Amazonía ecuatoriana, un fenómeno similar al que provocó la anterior rotura.
Las autoridades han explicado que la suspensión de las operaciones del SOTE tardará algunos días, mientras se construye una variante del trazado de la tubería que evita el paso por el lugar de la erosión geológica.
El SOTE "paralizó sus operaciones de bombeo, debido a que la erosión en el Río Quijos (Alto Coca) ha provocado un nuevo socavón, poniendo en riesgo la integridad de la tubería", precisó en un comunicado la empresa estatal Petroecuador.
El sitio se ubica cerca de la desembocadura del río Montana, en el sector de San Rafael, en la provincia amazónica de Napo, cerca del límite con su vecina de Sucumbíos.
Pablo Flores, gerente de Petroecuador, afirmó que la decisión de suspender el bombeo "evitará cualquier afectación ambiental, en caso de presentarse una nueva rotura del SOTE a causa del avance de la erosión regresiva" de la ladera que encauza al afluente.
"De igual forma, con esta decisión precautelamos la integridad del personal de la empresa pública", remarcó Flores.
El gerente precisó que el crudo que permanecía en el tramo de la tubería ubicado en la zona del fenómeno geológico ha sido ya evacuado para trasladarlo mediante camiones hasta unos depósitos situados en la zona de Baeza.
Flores anunció también que la suspensión del bombeo del SOTE se mantendrá hasta que concluyan los trabajos de construcción de la variante, que hasta el momento tienen un avance del 62 por ciento y que se estima finalizarán en los próximos días.
Además, remarcó que Petroecuador mantiene volúmenes adecuados de petróleo en sus depósitos del puerto de embarque de Balao, por lo que "la programación de las exportaciones no se verá afectada por la suspensión" de las operaciones del SOTE.
El pasado 7 de abril, los estatales SOTE y un poliducto para gasolinas, así como el privado Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), sufrieron sendas roturas provocadas por un socavón en el sector de San Rafael.
El pasado 2 de mayo, el SOTE reanudó sus operaciones, igual que lo hicieran el OCP y el poliducto, tras concluir las respectivas construcciones de las variantes por la zona del percance.
El SOTE, de unos 500 kilómetros de longitud, tiene una capacidad de transporte de 360.000 barriles de crudo por día y une los campos de extracción en la región Amazónica (noreste) con los puertos de embarque en la provincia costera de Esmeraldas (noroeste).
Tras la rotura ocurrida el 7 de abril pasado, organizaciones indígenas y de derechos humanos presentaron recursos judiciales para proteger a unas 120.000 personas afectadas por el derrame de crudo generado por la avería.
Los denunciantes estimaron que el derrame, que calculan en más de 15.000 barriles, afectó a unos 120.000 personas y a "105 comunidades indígenas de las nacionalidades Kichwa y Shuar", que habitan en la provincia de Napo; además de otras 60 en las vecinas Francisco de Orellana y Sucumbíos.
Varias organizaciones internacionales no gubernamentales se han adherido a las denuncias de los grupos ecuatorianos y exigido al Estado la atención inmediata a sus demandas.
Ecuador, que produce unos 530.000 barriles de petróleo diarios, basa su economía en la exportación de crudo, una de las principales fuentes de ingreso de divisas para una economía que está completamente dolarizada desde el año 2000.