Macron, dispuesto a ir al G7 pero desea "la presencia de todos" (Elíseo)

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El presidente francés, Emmanuel Macron, está "disponible" para ir a la cumbre del G7 pero desea que esta cuente con "la presencia de todos", indicó el sábado el Elíseo, después de que la canciller alemana rechazara viajar a Estados Unidos en junio.

Angela Merkel fue la primera dirigente del G7 que declinó formalmente la invitación del presidente estadounidense, Donald Trump. Un portavoz del gobierno alemán dijo el sábado que la decisión se debía a la pandemia de coronavirus.

El mismo día, Emmanuel Macron habló por teléfono con el presidente estadounidense. "Para un G7 presencial, hace falta la presencia de todos. El presidente la República está disponible", indicó el Elíseo a la AFP, agregando que "la presencia de la canciller y la unidad de los europeos es importante".

"También debe ser un momento de cohesión y de acción en un momento internacional crítico. Así que esperamos que la presidencia estadounidense del G7 nos precise sus intenciones", señaló la presidencia francesa.

Estados Unidos es el país del mundo más castigado por la pandemia de covid-19, con más de 100.000 muertos y 1,7 millones de casos.

En un principio, la Casa Blanca anunció a mediados de marzo que, a causa de la epidemia, renunciaría a reunir a los jefes de Estado y de Gobierno del G7 (Japón, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, además de Estados Unidos) y que la cumbre se realizaría por videoconferencia.

Pero la semana pasada Donald Trump declaró que la cumbre tendría lugar en junio "principalmente en la Casa Blanca", aunque algunos encuentros podrían tener lugar en la residencia presidencial de Camp David, en el Estado vecino de Maryland.

Con la mirada puesta en las presidenciales de noviembre, Trump desea hacer de la cumbre del G7, en presencia de los dirigentes internacionales, un símbolo de la normalización que asegura querer imponer, en contraste con una parálisis de la actividad que podría costarle cara en las urnas.

El viernes, la Casa Blanca afirmó que el presidente estadounidense y su homólogo británico, Boris Johnson, habían hablado y que ambos estaban de acuerdo en la "importancia de una reunión del G7, con la presencia física de los dirigentes, en un futuro próximo".

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