Canadá prorroga prohibición a cruceros hasta 31 de octubre

Compartir
Compartir articulo

OTTAWA, Canadá (AP) — Los cruceros seguirán teniendo prohibido operar en aguas canadienses hasta al menos el 31 de octubre debido a la pandemia de coronavirus, informó el viernes el ministro de Transporte de Canadá.

El ministro Marc Garneau dijo que la orden abarca a los cruceros con alojamiento y más de 100 pasajeros y tripulación. La medida prorroga y amplía una orden emitida a mediados de marzo que prohibía que embarcaciones con más de 500 pasajeros navegaran en aguas canadienses hasta julio.

Se permitirá que los barcos más pequeños operen luego del 1 de julio, pero sólo con la autorización de las autoridades de salud provinciales y regionales. Sin embargo, las embarcaciones con más de 12 pasajeros tendrán prohibido navegar hacia el Ártico hasta al menos el 31 de octubre, por temor a que alguno pudiera llevar el virus a una comunidad remota del norte.

“Preservar la seguridad de los canadienses y de los trabajadores de transporte sigue siendo mi mayor prioridad durante la pandemia de COVID-19”, dijo Garneau.

El ministro indicó que entiende que esto creará dificultades económicas significativas para el sector del turismo en Canadá, y señaló que el departamento de turismo federal trabaja en un plan para ayudar.

El año pasado, 140 cruceros llevaron a más de 2 millones de visitantes a los puertos del país. Un estudio realizado en 2016 encontró que los cruceros contribuyeron con más de 3.000 millones de dólares canadienses (2.100 millones de dólares) a la economía de Canadá, incluidos casi 1.400 millones de dólares canadienses (1.010 millones de dólares) en gastos directos de las líneas de cruceros y sus pasajeros. Más de 23.000 canadienses fueron empleados directa o indirectamente gracias a la actividad de los cruceros.

La Columbia Británica, Quebec y las provincias con costas en el Atlántico son las más beneficiadas.

La provincia de la Isla del Príncipe Eduardo estará entre las zonas que se verán afectadas por la orden, dijo Mike Cochrane, director general de la Autoridad del Puerto de Charlottetown en la isla.

“El impacto humano es dramático, no hay duda al respecto”, comentó. “Ver que todo se detiene... es un día muy triste para nosotros”, añadió.