Reuniones familiares desde el coche en una residencia de ancianos inglesa

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Los coches avanzan lentamente y se detienen delante de una residencia de Inglaterra donde los ancianos charlan sentados con sus familiares, quienes no salen del vehículo para evitar el riesgo de contagio de coronavirus.

"Es emocionante, muy emocionante", dice Helen Hughes, que vino a visitar a su padre en esta residencia de Banbury, 130 km al noroeste de Londres.

Emotivo pero también frustrante porque no puede abrazarlo. Los residentes ancianos "no entienden lo que pasa, es triste", explica con un codo apoyado en la ventanilla.

Para mantener la distancia de seguridad y evitar los riesgos de contaminación, los visitantes y los residentes han encontrado este nuevo sistema.

"Es duro, realmente duro. Le echo de menos", explica Nicola Finch, quien vino a visitar a su abuelo. "Cuando tienes algo que aprecias en una residencia como esta, se construye una especie de rutina" con las visitas, agregó.

"Pero cuando esa rutina se detiene, es duro; sabes que están bien, pero no puedes ir a verles", explica Finch.

A diferencia de otras residencias del Reino Unido, ésta evitó lo peor gracias a medidas rigurosas y no tiene ningún caso de coronavirus, según Arlene Acuavera, una responsable del establecimiento.

"Tuvimos suerte y esperamos que continúe así hasta el final", manifestó.

Ante una comisión parlamentaria, Martin Green, director general de Care England, que representa a varios establecimientos independientes, criticó al gobierno por haber enviado a pacientes infectados de los hospitales a las residencias.

El Reino Unido, el segundo país -después de Estados Unidos- con más muertos por coronavirus del mundo, con más de 38.000 fallecidos, empezó a levantar parte de las restricciones que impuso durante más de dos meses.

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