Trump marca el fin de la relación especial de EEUU con Hong Kong

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes que quiere poner fin a las exenciones otorgadas a Hong Kong como parte de su relación especial ahora cuestionada por Washington.

China "no ha cumplido su palabra de garantizar la autonomía de Hong Kong", dijo Trump desde los jardines de la Casa Blanca en una declaración de detalles firme pero limitada.

"Es una tragedia para la gente de Hong Kong, para la gente de China y para la gente de todo el mundo", afirmó.

La declaración se produce en medio de un clima explosivo: el multimillonario republicano ha alzado su voz en las últimas semanas al acusar a Pekín de ser responsable de la propagación del nuevo coronavirus en todo el planeta, y ha prometido represalias.

Estados Unidos denunció hace varios días la controvertida ley de seguridad nacional que China quiere imponer a Hong Kong, estimando que se trata de una forma encubierta de silenciar a la oposición y de coartar las libertades en el territorio, lo que Pekín niega firmemente.

"Le pido a mi gobierno que comience el proceso de eliminar las exenciones que otorgan a Hong Kong un estatus especial", dijo Trump.

"Esta decisión tendrá un impacto sobre todos los acuerdos que tenemos con Hong Kong", agregó, refiriéndose en particular al tratado de extradición y ciertos privilegios comerciales, con algunas excepciones.

La entrega de Hong Kong se realizó en nombre del principio "Un país, dos sistemas" que permitieron a la excolonia británica preservar libertades desconocidas en China, como una justicia independiente, libertad de expresión y un Parlamento parcialmente elegido por sufragio universal, además de otras en el terreno económico.

Estas excepciones han llevado a muchos países, como Estados Unidos, a aprobar leyes que los autorizan a tratar a Hong Kong como una entidad comercial separada del régimen chino.

- Estudiantes chinos seleccionados -

Tras manifestar su voluntad de preservar la investigación universitaria "vital para el país", Trump también anunció la suspensión de la entrada de "ciertos ciudadanos chinos" identificados como "riesgos potenciales" para la seguridad nacional.

El presidente estadounidense, sin embargo, se mantuvo elusivo sobre el alcance de esta decisión y el número de estudiantes que podrían verse afectados.

Según el Instituto de Educación Internacional (IIE), los chinos representan un tercio de los estudiantes extranjeros en Estados Unidos con casi 370.000.

El embajador británico ante la ONU, Jonathan Allen, dijo que si se aplicara la ley deseada por China, exacerbaría las "divisiones profundas" en la sociedad de Hong Kong.

Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Australia lideran la resistencia internacional al proyecto, que planea castigar las actividades separatistas y "terroristas", la subversión o incluso la interferencia extranjera en el territorio autónomo chino.

China presentó su proyecto después de las gigantescas manifestaciones que tuvieron lugar en Hong Kong en 2019 contra la influencia de Pekín, inicialmente pacíficas pero también marcadas por la violencia y el vandalismo.

Esas protestas reforzaron un movimiento independentista, anteriormente marginal.

China, que bloqueó una solicitud estadounidense para una reunión formal del Consejo de Seguridad sobre Hong Kong el miércoles, juzgó al final de la videoconferencia el viernes que la iniciativa occidental fue en vano.

"Cualquier intento de utilizar a Hong Kong para interferir en los asuntos internos de China está condenada al fracaso", dijo el embajador de Pekín ante Naciones Unidas, Zhang Jun.

jca/la/dg