El presidente paraguayo defiende al ministro de Salud y su gestión ante el COVID-19

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El ministro de Salud de Paraguay, Julio Mazzoleni. EFE/ Nathalia Aguilar/Archivo
El ministro de Salud de Paraguay, Julio Mazzoleni. EFE/ Nathalia Aguilar/Archivo

Asunción, 28 may (EFE).- El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, urgió este jueves a la Justicia a aclarar las supuestas irregularidades que salpican al ministerio de Salud en la compra de mascarillas e insumos para la lucha contra el COVID-19, al tiempo que defendió la labor del titular de la cartera, Julio Mazzoleni.
Las presuntas irregularidades, denunciadas por un grupo de diputados opositores y ampliadas por los medios locales, provocaron la rescisión del contrato con dos empresas por parte de Mazzoleni, que hoy acompañó al mandatario en un evento en la sureña ciudad de Encarnación.
"Si hay un hecho donde la Justicia tiene que intervenir, que intervenga", dijo Abdo Benítez durante la inauguración de unas obras en el Hospital Regional de Encarnación.
Añadió que su Presidencia mantiene el compromiso de su campaña electoral de combatir la impunidad y de "dejar un país institucionalizado".
"No vamos apañar a nadie que le quiera robar el sueño a nuestra gente y este gran esfuerzo de nuestro pueblo pero para eso está la Justicia que debe actuar con libertad, independencia y coraje", dijo en su discurso.
Al mismo tiempo defendió la labor de Mazzoleni, el gestor sanitario de la estrategia contra el coronavirus, que ha causado once muertes y unos 800 infectados, los registros más bajos de la región.
"Te atacan porque muchos creen que luego vas a ser candidato a presidente de la República (....) Nadie puede creer que un burócrata tenga 98 % de aceptación, eso le asusta a muchos", dijo el presidente, que ganó las elecciones de 2018 desde las filas del conservador Partido Colorado.
ALLANAMIENTOS EN MINISTERIO
El discurso se produjo un día después de que la Fiscalía allanara por segunda vez las instalaciones del Ministerio Público, en esa ocasión para decomisar muestras de tapabocas, protectores faciales y trajes de seguridad del polémico cargamento luego anulado.
Según los agentes fiscales del caso, el decomiso se produjo para corroborar cuestiones técnicas vinculadas con la documentación, la remisión y el rechazo de esos productos por parte del Ministerio de Salud.
Ello después de que el lunes Mazzoleni anulara forma total y unilateral los contratos con las dos empresas a cargo de la venta de esos materiales, procedentes de China, y anunciar la apertura de un sumario a siete funcionarios del Ministerio.
Mazzoleni tomó esa decisión después de que la Contraloría General de la República denunciara "vicios en todo el proceso", ejecutado de forma abreviada por la vía de la excepción, presuntamente para favorecer a las proveedoras cuestionadas.
Desde algunos medios y algunos partidos de la oposición se ha acusado al ministro de actuar con tardanza y de eludir su responsabilidad en el proceso.
La rescisión del contrato, por valor de 12 millones de dólares, dejó sin efecto la entrega de 6 millones de mascarillas quirúrgicas, 80.000 trajes de protección, 40.000 protectores faciales, 30.000 protectores oculares y 1,7 millones de mascarillas N95.
Semanas atrás, otras irregularidades en la compra de insumos provocaron las renuncias de los responsables de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil y Petróleos Paraguayos.