Catorce miembros de fuerzas de seguridad mueren en Afganistán en ataques atribuidos a talibanes

Compartir
Compartir articulo

Catorce miembros de las fuerzas de seguridad afganas murieron el jueves en dos ataques atribuidos por las autoridades a los talibanes, al día siguiente de la expiración de un alto el fuego decretado por los insurgentes, que no confirmaron su implicación en dichos ataques.

"Los talibanes atacaron un puesto de control de las fuerzas de seguridad. (...) Incendiaron el lugar, causando la muerte de cinco de ellos, y mataron a otros dos", dijo a la AFP Husain Shah, jefe de policía del distrito de Seyagird, donde se produjo el ataque.

Otro miembro de las fuerzas afganas resultó herido, y los talibanes también sufrieron bajas, dijo Waheeda Shahkar, portavoz del gobernador provincial.

Por otra parte, en la ciudad de Farah (oeste), "los talibanes lanzaron un ataque contra una comisaría de policía", en el que murieron siete policías, dijo a la AFP Mohibulá Mohib, portavoz de la policía de esa provincia, acosada por los insurgentes en los últimos años.

"Ocho talibanes también murieron" durante el asalto, que duró media hora, añadió.

Los talibanes no confirmaron su implicación en estos ataques, ocurridos al día siguiente del cese de un alto el fuego que habían decretado el sábado, con motivo del final del Ramadán, y que había sido ampliamente respetado entre el domingo y el martes.

Según la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, el número de víctimas civiles disminuyó 80% durante esos tres días. De un promedio diario de 30 víctimas pasó a solo 6 muertos y heridos.

Este respiro fue tanto más apreciado cuanto que la violencia había recrudecido.

Sin embargo, el miércoles, el ejército afgano llevó a cabo ataques aéreos y un asalto terrestre contra "enemigos" que atacaron un convoy logístico, según Lal Mohamad Amiri, portavoz de la policía de la provincia de Zabul (sur). Unos 18 insurgentes murieron y tres niños resultaron heridos, agregó.

- Incertidumbre -

Las autoridades afganas pusieron en libertad el lunes y el martes a mil prisioneros talibanes con la esperanza de que se prorrogara el alto el fuego. Sin embargo, los rebeldes todavía no han dado a conocer oficialmente su posición.

Una delegación talibán estuvo en Kabul el jueves para discutir el intercambio de prisioneros con las autoridades, informó a la AFP Javid Faisal, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad, un órgano gubernamental.

La información fue confirmada por Suhail Shaheen, portavoz de los insurgentes, en Twitter.

Por otro lado, ochenta policías y soldados afganos fueron liberados el jueves en el norte del país por los insurgentes, tuiteó asimismo el portavoz.

Estas liberaciones recíprocas --hasta 5.000 talibanes contra mil miembros de las fuerzas afganas-- están previstas en el acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes, firmado a finales de febrero en Doha, pero no ratificado por Kabul.

El texto prevé la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán en un plazo de catorce meses a cambio de garantías de seguridad de los insurgentes.

Este extenso intercambio de detenidos, lleno de obstáculos, se ha retrasado.

Kabul, antes del alto el fuego, la había ampliado a unos mil prisioneros mientras que los insurgentes habían liberado a unos 300.

Es el primer alto el fuego por iniciativa de los talibanes desde que una coalición internacional, liderada por Estados Unidos, los expulsó del poder en 2001.

Una primera interrupción de los combates se produjo en junio de 2018, por iniciativa de Ashraf Ghani, también en ocasión del Aíd al Fitr, que marca el final del Ramadán. Duró tres días y dio lugar a espectaculares escenas de fraternización entre combatientes de ambos bandos.

Los talibanes también respetaron una tregua parcial de nueve días, del 22 de febrero al 2 de marzo de 2020, con motivo de la firma del Acuerdo de Doha.

mam-jf/jhd/lch/mab-jvb/pc