Las bajas laborales en Alemania llegan en marzo a cifra más alta en 20 años

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EFE/EPA/SEAN GALLUP /Archivo
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Berlín, 26 may (EFE).- Las bajas laborales en Alemania alcanzaron en marzo la cifra más alta en 20 años, situándose en un 6,84 % de la población activa, frente al máximo del 5,3 % registrado el año anterior, según los datos de la mayor de las aseguradoras estatales del país, la Techniker Krankenkasse (TK).
La cadena pública ZDF informó este martes de que, de acuerdo con una evaluación de la TK, que asegura a más de 10,6 millones de trabajadores, la mayor parte de las bajas se remite a síntomas de resfriado, por lo que probablemente se trata de "bajas preventivas" relacionadas con el covid-19.
Las recomendaciones de las autoridades alemanas pasan por quedarse en casa y no ir a trabajar si se experimentan síntomas compatibles con el coronavirus, como dolor de garganta o fiebre.
Desde el inicio de la pandemia por el covid-19 entró en vigor una regulación por la que los médicos pueden conceder bajas de hasta 7 días, prorrogables por otra semana, a pacientes que presenten síntomas de este tipo, sin necesidad de que estos acudan a la consulta, para evitar de esta forma posibles contagios.
A partir del próximo 1 de junio volverá a ser indispensable un examen físico para la concesión de una baja laboral, aunque las autoridades se reservan la posibilidad de volver a introducir la medida si se produce un repunte en los contagios.
CAÍDA DE INGRESOS PARA LAS ASEGURADORAS
Las aseguradoras del sistema de salud público temen que a una subida del gasto se sume el impacto de la caída de las cotizaciones ocasionada por el aumento del desempleo y los trabajadores afectados por expedientes temporales de regulación de empleo.
"Esperamos que en 2020 las aseguradoras del sistema público pierdan ingresos por valor de 4.800 millones de euros", afirmó Ulrike Elsner, presidenta de la junta directiva de VDEK, una agrupación que engloba a varias de dichas aseguradoras, en declaraciones al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
El sector ya solicitó a mediados de mayo ayudas estatales para compensar el aumento del gasto ocasionado por la ampliación de las unidades de cuidados intensivos o la realización de test sistemáticos para determinados colectivos.
Según datos del Ministerio de Sanidad, las aseguradoras del sistema público cerraron 2019 con un déficit de 1.500 millones de euros, una cantidad que fue cubierta por las reservas disponibles, cifradas en 19.800 millones, por lo que de momento no se hace imprescindible un incremento de la tasa de contribución.