Entusiasmo e inquietud en la reapertura de cafés y restaurantes en Grecia

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Las tabernas y los cafés con terraza, fundamentales en la vida en Grecia, abrieron este lunes una semana antes de lo previsto para apoyar el sector del servicio de restaurante, diezmado por el coronavirus y que espera ahora la vuelta de los turistas.

"El café en Grecia tienen una dimensión social, es donde late la vida del barrio", dice a la AFP Giorgos Karavatsani, un jubilado "encantado de romper el confinamiento" y volver a ver a sus amigos del barrio de Pangrati, en el centro de Atenas.

"Evidentemente siempre hay un poco de temor", admite. "¿Es un riesgo sentarse en un café?", se pregunta.

Stella, una estudiante sentada en una terraza llena de Kolonaki, un barrio de moda de Atenas, no tiene miedo.

"Es el periodo del año en Grecia en el que se empieza a vivir fuera (...) Si estamos en el exterior con cierta distancia entre las mesas, creo que no tomamos enormes riesgos", apunta.

En el barrio de Thissio, junto a la Acrópolis, varios atenienses retomaron sus costumbres, tomando su café "freddo" bajo el sol y oyendo el piar de los pájaros.

Un camarero prepara las mesas para la comida, que los griegos suelen tomar entre las 14h00 y las 16H00, y deja un mínimo de 70 centímetros de distancia entre mesas, con un máximo de seis clientes sentados de lado.

- "No vale la pena" -

Todos los cafés, bares, tabernas y restaurantes del país estaban cerrados desde el 14 de marzo, dos días después del primero de los 171 fallecimientos por coronavirus y antes del confinamiento general decretado el 23 de marzo.

Las terrazas también volvieron abrir el lunes en Madrid, Barcelona o la región alemana de Baviera.

"Muchos de los establecimientos prefieren no reabrir porque no trabajan al 100%, y no vale la pena", dijo Daniel Ocaña, empleado de un bar madrileño.

En Baviera, donde los restaurantes y cafés pueden recibir de nuevo a los clientes en el interior, el dueño del café Kava en Traunstein se queja de que sólo puede tener cinco mesas, contra a las 15 que tenía antes de la epidemia.

"Estas mesas no cubrirán en ningún caso nuestros gastos", lamenta Simon Lange, interrogado por la radio pública regional Bayerische Rundfunk. Según sus pronósticos, sólo alcanzará el 40% de su facturación anterior al coronavirus.

- Trabajar o exponerse a un contagio -

En Grecia, la reapertura de los establecimientos estaba inicialmente prevista el 1 de junio.

Pero bajo la presión del sector, el gobierno autorizó la reapertura este lunes porque el país de 11 millones de habitantes se ha visto relativamente poco afectado por la pandemia, con menos de 2.900 casos.

En Pangrati, Vaggelis Daskalopoulos duda entre "las ganas de trabajar, de no quebrar y el miedo al contagio".

"Con el inicio de la temporada turística [el 15 de junio] los riesgos serán todavía mayores", dice, enfadado con la idea de que turistas con el virus "ni siquiera sean controlados" porque solo están previstos tests aleatorios.

El patrón también se preocupa de las "nuevas dificultades económicas" para su pequeño café que abrió en 2010, en plena crisis de la deuda.

"No sé como vamos a lograrlo", dice. "Durante estos meses de cierre teníamos gastos para pagar y ningún ingreso... y las medidas impuestas tienen un costo real para nosotros", explica.

Según Nikos Nifoudis, de Initiative Restauration de Salónica, con la regla que limita la capacidad de los establecimientos al 50% tres cafés o restaurantes de cada diez podrían no abrir este lunes.

Porque solo pueden abrir los lugares que pueden acoger clientela al aire libre.

"El sector está muy preocupado y espera a ver cómo harán los establecimientos que abren", dijo a la agencia de prensa ANA. "Nadie puede predecir si los clientes volverán en confianza a los cafés y los restaurantes".

bur-chv/cac/pc/zm/mis/mb