Ecuador reanudará vuelos locales el 1 de junio con límite en frecuencias

Ecuador, cuyas fronteras están cerradas desde mediados de marzo, reanudará los vuelos domésticos el próximo 1 de junio, limitando frecuencias, informó este viernes la ministra de Gobierno (Interior), María Paula Romo.

"Los vuelos de pasajeros arrancarán el día primero de junio y se ha establecido un límite en el porcentaje de la cantidad de frecuencias o de vuelos que se puede reactivar", dijo Romo en una rueda de prensa virtual.

Agregó que se permitirán "solamente el 30% de las frecuencias" que habitualmente estaban autorizadas en los aeropuertos del país.

La ministra precisó que desde que se declaró el estado de emergencia, los aeropuertos han mantenido sus operaciones para vuelos de carga.

El ministro de Transporte, Gabriel Martínez, había anticipado que la reanudación de vuelos de pasajeros se realizará "bajo estrictos protocolos de bioseguridad".

Romo agregó que en lo que queda de mayo continuará suspendido el transporte terrestre interprovincial de pasajeros. Solamente está autorizado el servicio de encomiendas por carretera.

Ecuador ha anunciado que también a partir del 1 de junio exigirá a los viajeros presentar el resultado negativo de una prueba PCR (hisopado nasofaríngeo), realizada máximo 72 horas antes de embarcar un vuelo.

Desde hace nueve semanas, el país mantiene cerradas todas sus fronteras como una medida para frenar el avance del nuevo coronavirus, que deja casi 35.828 casos, incluidos 3.056 muertos. El gobierno reporta, además, otros 1.892 fallecidos probables por el virus.

El gobierno del presidente, Lenín Moreno, también decretó el estado de excepción, que se extenderá hasta mediados de junio, suspendió el trabajo presencial y clases e implantó medidas de restricción a la circulación de vehículos el toque de queda de 15 horas al día para promover el confinamiento de la población, lo que se mantiene en vigencia.

Para aligerar el confinamiento, el gobierno implementó un sistema de semáforo para diferenciar el peligro en las distintas zonas del país y dio la potestad a los alcaldes de las ciudades definir el color del mismo.

Hasta el momento, 15 de los 221 cantones del país han pasado del rojo (mayor peligro) al amarillo, lo que permite retomar actividades productivas y reduce el número de horas del toque de queda de 15 a 8 horas.

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