Regiones españolas esperan avanzar en la desescalada ante el retroceso de la pandemia

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Ciudadanos protegidos con mascarillas pasean por el centro de Córdoba, este jueves. EFE/Salas
Ciudadanos protegidos con mascarillas pasean por el centro de Córdoba, este jueves. EFE/Salas

Madrid, 22 may (EFE).- Las regiones españolas esperan este viernes poder avanzar en la desescalada del confinamiento, mientras el Gobierno aprueba la quinta prórroga del estado de alarma, el instrumento que le permite limitar la movilidad, en plena tensión política por la reforma laboral pactada por el Ejecutivo de izquierdas con los radicales independentistas vascos.
Con la pandemia de coronavirus en franco retroceso - los fallecidos de este jueves fueron por quinto día consecutivo menos de cien y se registró el menor número diario de casos desde el pasado 14 de marzo - el Ministerio de Sanidad decidirá el avance en el desconfinamiento, aunque no todo el territorio español lleva el mismo ritmo.
La Comunidad (región) de Madrid y Barcelona, las dos zonas de España más afectadas por la pandemia, esperan poder alcanzar la llamada fase 1, igual que las capitales de Castilla y León, región limítrofe con Madrid, todas rezagadas respecto al resto del país en el desconfinamiento.
El pase a la fase 1, que sería efectiva a partir del próximo lunes, significa, por ejemplo, poder abrir las terrazas de bares y restaurantes, aunque con limitación de aforo, o encuentros entre familiares y amigos con hasta diez personas, ya que otras medidas como la apertura del pequeño comercio, ya están en funcionamiento.
La mayor parte de España se encuentra ya en esta situación y los gobiernos regionales han solicitado al Ministerio de Sanidad avanzar en la movilidad.
Pero aunque la pandemia remite y las medidas de desconfinamiento avanzan, el Gobierno español aprobará este viernes la quinta prórroga del estado de alarma durante quince días más, lo que le permite, por ejemplo, controlar la movilidad entre distintas provincias, que no tienen en mismo nivel de desconfinamiento.
Sin embargo, la reunión del Ejecutivo está marcada por la tensión política entre los dos grupos que integran la coalición de gobierno, el partido socialista y el grupo de izquierda Unidas Podemos, a raíz del acuerdo suscrito en el Congreso por ambos grupos con EH-Bildu (radicales independentistas vasos) sobre la reforma de la legislación laboral aprobada por el anterior Gabinete conservador del Partido Popular.
Este acuerdo provocó ayer el debate público entre la vicepresidenta tercera y ministra de Economía, Nadia Calviño, nombrada por el PSOE y contraria a plantear esa reforma en estos momentos, y el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, partidario del mismo.
Los socialistas justificaron hoy el pacto con EH-Bildu por la necesidad de garantizar la aprobación del estado de alarma en el Congreso el pasado miércoles, después de que el PP, principal partido de la oposición, anunciara su voto en contra, igual que el ultraderechista Vox y los independentistas catalanes.