El IPC subyacente de Japón entra en deflación por primera vez en 3 años

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FOTO DE ARCHIVO: Compradores con mascarillas son vistos en un supermercado de Tokio, Japón, el 27 de marzo de 2020. REUTERS/Issei Kato
FOTO DE ARCHIVO: Compradores con mascarillas son vistos en un supermercado de Tokio, Japón, el 27 de marzo de 2020. REUTERS/Issei Kato

Por Daniel Leussink

TOKIO, 22 may (Reuters) - La inflación subyacente de Japón entró en abril en territorio negativo por primera vez en más de tres años en términos interanuales, ya que la debilidad de los precios del petróleo y las medidas de confinamiento por el coronavirus aumentaron los riesgos de deflación.

Los datos de abril se publicaron justo antes de que el banco central anunciara el viernes un nuevo plan de préstamos destinado a impulsar la financiación a las pequeñas y medianas empresas afectadas por la pandemia.

La debilidad de los precios se produce después de que el virus hundiera la economía japonesa en la recesión durante el primer trimestre, al desplomarse la actividad de consumidores y empresas, lo que hizo descarrilar los esfuerzos del Banco de Japón por alcanzar su esquivo objetivo de inflación del 2%.

El índice subyacente de precios al consumidor, que en el caso de Japón incluye los productos petroleros pero excluye los volátiles precios de los alimentos frescos, cayó un 0,2% interanual hasta abril, según mostraron los datos oficiales del viernes, lo que supone la primera lectura negativa desde diciembre de 2016.

El dato estuvo por debajo de la previsión del mercado, que de media preveía un descenso del 0,1%. En marzo se produjo un aumento del 0,4%.

"Es probable que la demanda se recupere hasta cierto punto cuando la pandemia del coronavirus termine, pero no hay duda de que (esto) hará bajar los precios en los próximos dos meses", dijo Yuichi Kodama, economista jefe del Instituto de Investigación Meiji Yasuda.

Japón sufrió casi dos décadas de deflación —un período sostenido de descenso de los precios— hasta 2013, cuando la economía salió del bache gracias en parte a la relajación monetaria puesta en marcha por el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda.

Es previsible que la deflación de los precios al consumidor se profundice en los próximos meses, ya que el empeoramiento de las perspectivas económicas obliga a los consumidores a apretarse el cinturón y a que los costes de la gasolina y los servicios públicos se ajusten a los precios más bajos del petróleo.

(Información de Daniel Leussink; editado por Sam Holmes, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)