China desafía diplomacia y economía globales: M. A. El-Erian

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(Bloomberg) -- Las contradicciones reprimidas durante mucho tiempo tienen una forma de estallar en público en tiempos de estrés. China está repentinamente en el centro de dos de ellas, y podrían conllevar importantes consecuencias diplomáticas y económicas mundiales.

En el primer caso, la señal de Pekín el jueves de que tiene la intención de endurecer las restricciones legislativas a Hong Kong bajo la rúbrica de la seguridad nacional ha puesto de manifiesto la inconsistencia inherente del paradigma de “un país, dos sistemas” que ha gobernado la relación entre ambos durante casi tres décadas. Respaldado por el acuerdo de 1997 que rige la entrega del Reino Unido a China, prometía una transición a 50 años para muchos elementos de la estructura económica, financiera, institucional y política de Hong Kong.

Con el tiempo, esta noción de “un país, dos sistemas” se ha visto sometida a una presión creciente, lo que ha alimentado un tira y afloja entre China y el movimiento prodemocrático en Hong Kong que ha estallado periódicamente en protestas callejeras. También ha aumentado las tensiones entre China y otros países. Ambos se intensificarían si el anuncio del jueves fuera codificado en la legislación.

Hay una percepción creciente, tanto en Hong Kong como a nivel mundial, de que China está aprovechando la preocupación general del mundo con la crisis de COVID-19 para impulsar sus ambiciones nacionales, regionales e internacionales. Esto ha incluido más presión sobre Hong Kong, un presupuesto militar acelerado, un tono regional más agresivo y la introducción de una diplomacia “de tapabocas” en los países en desarrollo con el objetivo de posicionar a China como la superpotencia aliada más confiable. Si bien esto ha resultado en incomodidad en algunos países de Asia y Europa, así como en EE.UU., ha habido poco rechazo efectivo hasta ahora.

Eso podría cambiar con el último paso en Hong Kong, dependiendo de cómo proceda China y cuán enfocados y unidos estén otros países. Ya políticos del Reino Unido y EE.UU. han indicado que están comenzando a considerar posibles respuestas.

La situación de Hong Kong también alimenta una segunda narrativa que es de relevancia más directa para la economía y los mercados globales: que ha llegado el momento de que Europa y EE.UU., en particular, tracen una línea más firme que señale que “ya es suficiente” cuando se trata de la búsqueda de sus objetivos internos por parte de China, con poca consideración a sus compromisos y responsabilidades globales.

Muchos en Occidente ven la señal de Hong Kong, pese a que apenas está empezando, como una ilustración más de la adhesión solamente parcial de Pekín a las normas que rigen los derechos de propiedad intelectual, el comercio transfronterizo y las actividades de inversión, y el respaldo multilateral de los pagos internacionales, todo mientras otros países han proporcionado a China un mayor acceso económico y financiero, incluso bajo los auspicios del acuerdo de la Organización Mundial del Comercio, lo que ha acelerado su impresionante proceso de desarrollo.

Además de exacerbar los desafíos que enfrentan las empresas altamente expuestas a China y Hong Kong, esto podría ejercer más presión sobre países como Australia, que han seguido una estrategia de “doble opción”: confiar en el paraguas de seguridad de EE.UU. y profundizar las relaciones económicas y financieras con China.

También podría aumentar el riesgo para la economía mundial. Específicamente, una “guerra fría” intensificada podría conducir a una desglobalización más rápida, una mayor fragmentación y una intensificación de las herramientas económicas, lo que frenaría una recuperación económica ya desafiada por el coronavirus. Para mantener el drástico desacoplamiento entre los mercados financieros y los fundamentos económicos y corporativos, los bancos centrales se verían presionados en tal escenario para sacrificar aún más la estabilidad financiera futura y el funcionamiento eficiente del mercado a favor de mantener precios de activos elevados.

Nota Original:China Tests Global Diplomacy and Economy: Mohamed A. El-Erian

©2020 Bloomberg L.P.