Mercado de valores está a merced de comportamientos extremos

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(Bloomberg) -- La renta variable tardó 33 días en caer un 34% y tres semanas en recuperar la mitad. Los inversores se muestran agradecidos por una dosis de traquilidad, pero están surgiendo señales de que puede que la calma no dure mucho.

Las señales son evidentes en todos los mercados de opciones, en el creciente volumen de acciones y en unas fluctuaciones diarias de precios más acusadas, entre otras cosas. El posicionamiento frenético y las lecturas extremas en los mercados internos muestran que aunque el S&P 500 se ha mantenido en un rango negociación durante cuatro semanas, los inversores no se han asentado.

“La volatilidad está repuntando”, dijo Matt Forester, director de inversiones de Lockwood de BNY Mellon Asesores. “Es probable que el mercado atraviese más volatilidad de la que hemos visto en los últimos dos meses. Hay un tira y afloja real de lo que esperamos de los responsables de política y de algunos fundamentos terribles”.

El S&P 500 se hundió un 1,1% el martes, con una brusca caída después de que emergiera información que cuestionaba los resultados prometedores en un estudio de una vacuna contra el virus. El aumento de las expectativas para una herramienta con la que combatir la pandemia había provocado un repunte del 3,2% el lunes.

Pequeños pero agresivo

Los pequeños inversores son históricamente optimistas. La semana pasada, los operadores de opciones más pequeños (aquellos que negocian 10 contratos o menos a la vez) se posicionaron para apostar a un repunte, comprando calls alcistas y vendiendo puts bajistas a un ritmo récord, según Sundial Capital Research.

“Cuando observamos a un grupo de operadores que tienden a equivocarse en los extremos emocionales, la señal de advertencia es clara”, dijo Jason Goepfert, presidente de Sundial. “No hay datos que sigamos que sean más preocupantes que esto”.

Menor cobertura

Una perspectiva más amplia de la negociación de opciones muestra a todo tipo de inversionistas reconsiderando la protección. La relación put-to-call Cboe para las acciones, que hace un seguimiento del volumen en apuestas bajistas frente a alcistas, cayó el lunes al nivel más bajo desde el 19 de febrero, el día en que el S&P 500 alcanzó su último récord antes de caer en el mercado bajista más rápido de todos los tiempos.

Compras extremas

En el apogeo del repunte bursátil del lunes, tras los primeros resultados positivos de una vacuna experimental, una medida del interés de compra de los inversores, registró su lectura más alta de la historia. La cantidad de acciones que subía en la Bolsa de Nueva York superó a las que caían en 2.049 en un momento, lo que envió el NYSE Tick Index a un máximo histórico.

Gran regreso de las pequeñas empresas

En los últimos meses, un elemento clave del colapso de las bolsas por el coronavirus ha sido la importancia del tamaño de la empresa. Ante la preocupación de una crisis crediticia y del riesgo a la solvencia, los inversionistas recurrieron a grandes empresas con balances sólidos por seguridad.

Este año, una versión de igual peso del S&P 500 ha caído el doble que el índice regular de referencia ponderado por capitalización. El índice Russell 2000 de empresas de baja capitalización sigue registrando una caída del 20%. Esas tendencias se revirtieron bruscamente el lunes. El Russell 2000 subió un 6% y el S&P 500 de igual peso superó al indicador regular en su mayor nivel desde 2009.

Nota Original:Extreme Behavior Is on Display Everywhere in the Stock Market

©2020 Bloomberg L.P.