El vicepresidente de Brasil reasume su cargo, tras dar negativo en un test de COVID-19

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En la imagen un registro del vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao. EFE/Joédson Alves/Archivo
En la imagen un registro del vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao. EFE/Joédson Alves/Archivo

Brasilia, 20 may (EFE).- El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, decidió reasumir este miércoles sus actividades oficiales tras haber estado aislado cuatro días en su residencia y luego de que un segundo examen descartara que hubiera contraído el COVID-19.
Mourao, un general de la reserva del Ejército brasileño, se aisló desde el sábado junto con su esposa, Paula Mourao, en el Palacio de Jaburú, la residencia oficial de la Vicepresidencia brasileña, tras haberse enterado que había entrado en contacto con un funcionario próximo al que se le diagnosticó el COVID-19.
Pese a que el primer test que se practicó y cuyo resultado recibió el domingo ya había dado negativo, el vicepresidente prefirió permanecer aislado, como medida preventiva, hasta los resultados de la contraprueba, divulgados este miércoles y que confirmaron que no contrajo la enfermedad.
"El vicepresidente retornará a su agenda normal en su Gabinete en la tarde de este miércoles", según un comunicado divulgado por su asesoría de prensa y que informa del negativo en el resultado del test tanto de Mourao como de su esposa.
El general de la reserva decidió aislarse el sábado luego de que fuera "confirmado el resultado positivo para COVID-19 de un funcionario que estuvo próximo al vicepresidente el pasado miércoles", según la vicepresidencia.
La semana pasada, en obediencia a una decisión judicial, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, divulgó los resultados de los tres exámenes que se hizo para verificar si contrajo la enfermedad en un viaje oficial a Estados Unidos en marzo pasado luego de que al menos la mitad de su comitiva resultara infectada.
Los tres exámenes, que el líder ultraderechista se negaba a divulgar y que se practicó usando seudónimos, dieron negativo.
La divulgación de los resultados fue exigida ante la Justicia por el diario O Estado de Sao Paulo bajo la alegación de que, por tratarse del jefe de Estado, tienen "interés público", pese a que Bolsonaro argumentó que eran de una exclusiva "índole privada".
El mandatario es uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la pandemia, ha llegado a calificar el COVID-19 como una "gripecita" y alega que el 70 % de los brasileños contraerá la enfermedad y que "muchos morirán" por más de que las autoridades adopten medidas de distanciamiento social.
La decisión de Mourao de aislarse coincidió con el agravamiento de la pandemia en Brasil y se produjo un día después de la renuncia del ministro de Salud, Nelson Teich, por sus divergencias con Bolsonaro en torno a la estrategia para combatir el COVID-19.
Brasil, que desde el lunes ya es el tercer país con más casos de COVID-19 en el mundo, registró el martes un récord diario de 1.179 muertes -que por primera vez superaron el listón del millar-, lo que elevó el número de víctimas hasta 17.971 en dos meses.
El gigante latinoamericano, de 210 millones de habitantes, suma 271.628 contagios, según el último balance oficial, solo por detrás de Estados Unidos y Rusia.
Las previsiones indican que contagios y muertes seguirán saltando de forma exponencial y que el pico solo se producirá en julio.