Estudio de cerámica de Brooklyn vende kits de cuarentena para llevar en un intento por sobrevivir

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Co-owner of Mouse Ceramic Studio, Pedro Ramirez, poses with wheel-thrown pottery inside his closed studio, as his business is among thousands that have to try to find ways to reinvent themselves amid the coronavirus disease (COVID-19) outbreak in Brooklyn, New York, U.S., May 13, 2020.  One of the ways the studio is generating some income is to sell so-called 'quarantine kits' including mini-wheels for amateur ceramicists to work at home. REUTERS/Jillian Kitchener
Co-owner of Mouse Ceramic Studio, Pedro Ramirez, poses with wheel-thrown pottery inside his closed studio, as his business is among thousands that have to try to find ways to reinvent themselves amid the coronavirus disease (COVID-19) outbreak in Brooklyn, New York, U.S., May 13, 2020. One of the ways the studio is generating some income is to sell so-called 'quarantine kits' including mini-wheels for amateur ceramicists to work at home. REUTERS/Jillian Kitchener

NUEVA YORK (Reuters) - Para la neoyorquina Victoria Rosenblatt, de 64 años, abandonar su relajante pasatiempo de cerámica durante el estrés del encierro del coronavirus no era algo que quisiera contemplar.

Pero el estudio local de cerámica al que asistía debió cerrar, así que compró una mini rueda en la que se pueden hacer pequeñas ollas y jarras en casa.

El Estudio de Cerámica Mouse, en Brooklyn, es uno de los miles de pequeños negocios que han tratado de encontrar formas de reinventarse durante el confinamiento del coronavirus, que ahora se encamina hacia su tercer mes en Nueva York, epicentro del brote en Estados Unidos.

El antes próspero negocio giraba entorno a clases personales y fiestas, pero ha visto caer sus ingresos en picada, dijo el dueño Pedro Ramírez.

"Es como un efecto de goteo. Si el banco quiere su dinero, luego nuestro arrendador quiere su dinero y tenemos que pagar a pesar de no poder abrir", dijo Ramírez.

En respuesta, avanzó hacia alternativas como clases online para personas que desean probar esculpir sin una rueda en casa, venta de bloques de arcilla y un "kit de cuarentena" por 200 dólares.

El kit presenta una rueda en miniatura de 4,4 centímetros y herramientas hechas de palillos. La demanda superó sus reservas, contó Ramírez.

Los aficionados descubrieron que hacer las ollas los mantiene activos en estos tiempos difíciles, afirmó. "La gente dice: 'la arcilla es mi terapia'", agregó.

Rosenblatt está de acuerdo.

"Cuando estoy en la rueda, es el momento en el que no pienso en nada más", contó. "Así que es un tiempo central para mí", concluyó.

(Reporte de Jillian Kitchener; Escrito por Rosalba O'Brien; Editado en español por Lucila Sigal)