En plena pandemia, Irán reanuda las oraciones del viernes después de más de dos meses

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Irán, el país del Medio Oriente más afectado por el coronavirus, permitió a los fieles volver a asistir a las oraciones del viernes por primera vez en más de dos meses en varias provincias, pero Teherán sigue sometida a restricciones.

En pleno ramadán, mes de ayuno musulmán, la televisión estatal transmitió imágenes de fieles que asistían a la oración en una mezquita de la provincia de Azerbaiyán oriental (noroeste), con máscaras y separados unos de otros, en conformidad con las medidas sanitarias y de distanciamiento social.

El gobierno volvió a instar el viernes a los iraníes a respetar las medidas de distanciamiento social "más seriamente", anunciando más de 1.500 nuevos casos de infección en el país más enlutado por el virus del mundo musulmán.

Desde la aparición de la enfermedad covid-19 en su territorio, a mediados de febrero, Irán trató de frenar su propagación. Cerró mezquitas, escuelas, universidades, cines, estadios y otros lugares de reunión, pero no impuso el confinamiento total ni la cuarentena.

Bajo la presión económica, el Estado permitió, desde el 11 de abril, una reapertura progresiva de los comercios y, el lunes, las autoridades autorizaron a abrir las mezquitas en un 30% de los condados -subdivisiones de provincias-, aquellos en los que el riesgo de reaparición de la enfermedad se considera mínimo.

El organismo encargado de organizar las oraciones del viernes declaró que se celebrarían en 180 ciudades. Sin embargo, debido al temor a un recrudecimiento de la epidemia, las mezquitas permanecen cerradas en la capital, que también ha sido presa del pánico durante la noche tras un terremoto de magnitud moderada, que causó una muerte y más de veinte heridos.

Mohsen Alviri, académico y teólogo de Qom, la ciudad santa chiíta del centro y el primer foco de la epidemia en el país, destacó la importancia de las oraciones del viernes en la República Islámica, que "son la oportunidad de crear una interacción entre el gobierno y las masas".

El país registró oficialmente 55 nuevas muertes causadas por el virus en las últimas 24 horas, con un total oficial de 6.541 fallecimientos, según el portavoz del ministerio de Sanidad, Kianuche Jahanpur.

- Aumento de infecciones -

Otras 1.556 personas dieron positivo al nuevo virus, con lo que el total de casos confirmados asciende a 104.691, precisó Jahanpour en su rueda de prensa diaria.

"Exhortamos (a la población) a seguir los consejos de salud, especialmente el distanciamiento social con más seriedad que los días y semanas anteriores", agregó.

Desde el lunes, las nuevas infecciones registradas oficialmente son superiores a 1.000 por día. El 3 de mayo, el número había disminuido a 802 casos, el nivel más bajo desde el 10 de marzo.

Para algunos expertos extranjeros, pero también para varios funcionarios iraníes, las cifras del gobierno están muy subestimadas.

Según el ministerio de Salud, los fieles deben llevar máscaras y guantes antes de entrar en las mezquitas y sólo pueden permanecer allí media hora en el momento de la oración.

También se pidió a las mezquitas abstenerse de ofrecer alimentos y bebidas, suministrar gel hidroalcohólico para las manos y desinfectar todas las superficies, según un comunicado citado por el organismo semioficial Isna.

Asfixiado financieramente por las sanciones de Estados Unidos, Irán anunció en marzo que había solicitado al Fondo Monetario Internacional (FMI) una línea de crédito de emergencia por un valor aproximado de 5.000 millones de dólares.

Sin embargo, Washington, que tiene un derecho de veto dentro de esta institución, indicó que, por el momento, no tiene ninguna intención de autorizar tal préstamo, acusando a Teherán de utilizar sus recursos para financiar "el terrorismo en el extranjero".

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