En Luxemburgo, banderas europeas a media asta reclamando la reactivación de Schengen

Compartir
Compartir articulo

Las localidades de Luxemburgo limítrofes con Alemania izaron sus banderas europeas a media asta, para protestar por la decisión de Berlín de prolongar el cierre de fronteras hasta el 15 de mayo, en el marco de la lucha contra el coronavirus.

El alcalde del municipio de Schengen, Michel Gloden, "no entiende" la decisión anunciada el lunes por el ministro alemán de Interior, Horst Seehofer, de alargar el cierre de fronteras una semana más, mientras que muchos países europeos están levantando las restricciones progresivamente.

El ministro luxemburgués de Relaciones Exteriores, Jean Asselborn, invitó el martes a Alemania a renunciar a los controles fronterizos para que, poco a poco, vuelva a estar en vigor el acuerdo de Schengen, "uno de los mayores logros del proceso de integración europea".

Este año se cumplen los 25 años de la creación del espacio Schengen y 35 de la firma del acuerdo inicial sobre la puesta en marcha de la libre circulación entre los seis países fundadores de la Unión Europea (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo).

Al pie de los cerros cubiertos de viñas, tras el puente que cruza el río Mosela, que marca el límite entre los dos países, tres policías alemanes interrogan a los conductores, uno por uno.

"Controlamos día y noche a todos los vehículos", afirma uno de ellos. Solo los trabajadores o las personas que pueden alegar un "motivo legítimo" pueden pasar.

Unos 48.000 residentes alemanes trabajan en Luxemburgo normalmente, pero la pandemia de COVID-19 obligó a una parte a trabajar desde casa.

En una de las muchas estaciones de servicio del valle, en la parte luxemburguesa, una empleada constata la caída "espantosa" del negocio. Hay pocos vehículos en el aparcamiento, que en general suele estar abarrotado de clientes que quieren aprovechar los precios más bajos del combustible, del tabaco y del alcohol.

Aquí ya no concebimos las fronteras desde hace décadas", subrayó Michel Gloden, el burgomaestre de esta localidad de 5.000 habitantes, para quien muchos de sus vecinos "no sólo van a hacer la compra a Alemania, sino que también tienen familia allí".

"Los científicos y los médicos consiguen vencer el virus, y no los controles policiales", sostuvo por su parte Robert Goebbels, uno de los firmantes del acuerdo de libre circulación en 1985 en la ciudad, en el cruce entre Alemania, Francia y Luxemburgo.

"Esto, evidentemente, es un síntoma de la falta de solidaridad europea, pero no hay que atacar demasiado a la UE, pues esta tiene poco poder en materia de salud", consideró no obstante el exsecretario de Estado luxemburgués para Relaciones Exteriores.

pso/fmi/jvb/mb