Dura vida para comunidad trans de Perú en tiempos del virus

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LIMA (AP) — Dentro de su pequeña cabaña en una barriada de Lima, Xiomara y sus siete compañeras transgénero peruanas viven con profunda angustia en tiempos del nuevo coronavirus.

La trabajadora sexual, de 27 años, no puede laborar en un país que entró en una estricta cuarentena el 16 de marzo y sólo permite el funcionamiento de mercados, bancos y farmacias.

“Estamos al límite”, dijo Xiomara, quien junto a sus compañeras ya agotaron sus escasos recursos. Han comenzado a beber sopas mezcladas con huevos y un poco de té.

Un bono de 224 dólares que Perú destina a los vulnerables no le fue otorgado a ninguna de ellas.

“Todas estamos desesperadas porque ya no hay recursos”, dijo Xiomara mientras encendía su pequeña cocina con un fósforo y su compañera Johanna lavaba los platos en un recipiente de plástico.

Según el Observatorio de Derechos LGBT de la Universidad Cayetano Heredia, las trans tienen casi nulo acceso al empleo, por lo que 70% se dedica al trabajo sexual.

El mismo centro de estudios calculó que en la capital peruana viven alrededor de 225.000 mujeres transgénero sin seguros de salud y a nivel nacional un 10% no tiene documento de identidad.

Xiomara y sus compañeras prefirieron guardar sus apellidos en el anonimato por temor a ser molestadas en un país con frecuentes maltratos a su comunidad.

Viven en una casa de madera de 50 metros cuadrados, sin agua potable, que Xiomara heredó de una abuela. En un inicio la pequeña casa funcionó como un restaurante; luego se volvió su vivienda. Allí han instalado un par de camarotes para optimizar el espacio y en una esquina tienen una estatuilla de la Virgen de Guadalupe a la que rezan en sus momentos de angustia.

Ninguna se ha contagiado con el nuevo coronavirus, pero el país registra al momento casi 34.000 infectados y 934 muertos. Perú es el segundo país con más contagiados de la región luego de Brasil.

Pese a la estrechez, Xiomara alojó hace poco a una compañera después de que la echaran del cuarto donde vivía porque no pudo pagar la renta.

Xiomara dice que el hambre en su barrio crece cada día más. Afirma que no sólo la comunidad transgénero vive momentos de desesperación sino también muchos de sus vecinos.

“Hay ancianos, hay señoras con dos, tres, cuatro hijos que no tienen marido y ¿de qué viven?”, comentó.